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Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

viernes, 7 de octubre de 2011

Rafael Olivera y Nora jurado: ¡PRESENTES!

Rafael Olivera
Rafael "Palito" Olivera y su esposa Nora Jurado fueron secuestrados en Mendoza y desaparecidos el 12 y 13 de julio de 1976, respectivamente.

Ambos eran militantes de la Juventud Peronista y sociólogos de profesión. Tenían 29 años de edad. Provenientes de Buenos Aires, fueron docentes en la carrera de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Juan. Rafael Olivera fue director del Departamento de Sociología.

Según testimonios Rafael fue secuestrado el 12 de julio de 1976 en la noche y su esposa al día siguiente en la ciudad de Mendoza. Sus cuatro hijas, muy pequeñas, quedaron en un jardín de infantes. Los abuelos viajaron a esta ciudad para recogerlas. Es posible que el matrimonio haya estado en el campo de detención de El Plumerillo.

Lo que sigue es parte de la querella presentada por miembros del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos Regional Mendoza en el caso Olivera-Jurado por desaparición forzada de personas:

Querella por la desaparición forzada
del matrimonio Olivera-Jurado


Nora Rodriguez Jurado

V. DATOS PERSONALES DE LAS VICTIMAS:

Los datos personales de las víctimas son los siguientes: Rafael Olivera Palacios, L.E. 4.546.817, argentino, casado, nacido el 16 de abril de 1947, sociólogo, con último domicilio en España 4217 de Guaymallén, Mendoza y Nora Ercilia Rodríguez Jurado de Olivera, L.C. 5.461.684, argentina, casada, nacida el 10 de Junio de 1947, socióloga, con último domicilio en España 4217 de Guaymallén, Mendoza.

VI. LOS HECHOS:

A fin de cumplimentar con lo dispuesto por el art. 83 inc. 2 del C.P.P.N. se realiza un breve relato de los hechos en que se funda esta petición:

Rafael Olivera estaba casado con Nora Ercilia Rodríguez Jurado. Se trataba de un matrimonio oriundo de Capital Federal. A principios del año 1976 se trasladan junto a sus 4 hijas a Mendoza, calle España 4217, Guaymallén, Mza.

El día 12 de Julio de 1976, Rafael Olivera se dirige a una reunión en horas de la noche, sin que nunca más se tenga noticias de su paradero.

A la mañana siguiente, Nora llevó a sus dos hijas Soledad y Rosario a la guardería que funcionaba en el Gimnasio Municipal Nº 3 de Ciudad de Mendoza. Al regresar, deja a su hija menor Guadalupe, de once meses de edad, durmiendo en el domicilio y sale a realizar unas compras con su hija mayor, Ximena.

En la calle, un auto con tres personas las detienen. Las suben al auto y las vendan. Nora pidió llorando que le permitieran ir a buscar a la bebé que estaba sola en la casa. A lo cual los secuestradores le respondieron, que ya habían ido a buscarla. Que no se preocupe.

Nora y su hija Ximena son trasladadas a una dependencia en la cual ya se encontraba la bebé. Esto fue narrado por la niña, quien tenía aproximadamente 6 años, a sus maestras de jardín, pues los secuestradores las llevaron a la guardería en la cual estaban las otras dos hijas del matrimonio.

La maestra María Crayon relata que un hombre llevaba a las dos niñas en auto, pasó por frente al jardín, y le dijo a una casera que le cuidara a las niñas mientras estacionaba el auto, pero tras bajarse las 2 nenas, el auto se fue.

La directora del Jardín llamó al Intendente de la ciudad, Coronel Héctor Guillermo Molina. Según testimonio de María Crayón, Molina se presentó en el jardín, les dijo que no fueran a la casa de las chicas porque era peligroso, la casa había sido baleada.

Los abuelos paternos y la abuela materna viajan a Mendoza a buscar a sus nietas y según nos relatara Ricardo A. Puente, en el Comando piden información sobre el destino del matrimonio, pero sólo les responden que existía una "orden de arresto" sin ejecutar.

Las hijas del matrimonio regresan a Buenos Aires con los abuelos paternos y su tío Ricardo Alfredo Puente quien sería luego su padre adoptivo.

Rafael Olivera y Nora Rodríguez Jurado de Olivera están desaparecidos desde aquel momento en que fueron secuestrados, sin que se conozca con certeza cuál fue su destino.

Debe destacarse que, según las fichas elaboradas por la Cámara Federal, en el Libro del D2 Nº 26 del 27 de Julio de 1976 figuran ambas víctimas, como así también en parte de Sumarios Nº 5 del 15 de Julio de 1976.

Al MEDH Mendoza ha llegado la información de que Domingo Britos ( desparecido) causa nº 024-F habría compartido la mencionada vivienda con la familia Olivera. No conocemos los datos personales de la esposa de Britos quien se domicilia en San Luis, pero sin duda deben surgir sus datos personales de la citada causa.

La desaparición forzada del matrimonio fue denunciada ante la CONADEP bajo los legajos Nº 5285 y 5286, según constancia que acompañamos.

VII. CRIMENES DE LESA HUMANIDAD:

Los hechos descriptos en la presente querella forman parte de los denominados "crímenes de lesa humanidad", delitos del derecho penal internacional que se caracterizan por negar a la humanidad en su conjunto, poniendo en peligro o lesionando bienes indispensables para la preservación de la especie humana y es a la luz de los principios del Derecho Penal Internacional que deben ser interpretados y juzgados.

Al decir de la Corte Suprema, los crímenes de lesa humanidad tienen como presupuesto común el de "dirigirse contra la persona o condición humana y en donde el individuo como tal no cuenta, contrariamente a lo que sucede en la legislación de derecho nacional común, sino en la medida en que sea víctima colectiva a la que va dirigida la acción…justamente por esta circunstancia, de la que participan los crímenes contra la humanidad, como los tradicionalmente denominados crímenes de guerra, que se los reputa como delitos contra el derecho de gentes que la comunidad mundial se ha comprometido a erradicar porque merecen la sanción y la reprobación de la conciencia universal al atentar contra los valores humanos fundamentales" (Fallo 318:2148, considerandos 31 y 32).

En consecuencia se trata de delitos imprescriptibles, por ser CRIMENES DE LESA HUMANIDAD es decir, que permanecen vigentes hasta tanto no se juzgue y condene a los responsables, conforme a la Convención sobre Imprescriptibilidad de los Delitos de Guerra y de Lesa Humanidad, pues repugna a la comunidad internacional que estos delitos queden impunes por el solo transcurso del tiempo.

EL JUICIO Y LA CONDENA:

Frente a un centenar de personas de pie, en silencio, unos con puños apretados, otros con fotos de sus seres queridos en alto, amuchados detrás del blindex que los separaba de los victimarios, el juez Juan Antonio González Macías leyó ayer el veredicto del primer juicio por crímenes de lesa humanidad en la ciudad de Mendoza: prisión perpetua en cárcel común para cuatro ex miembros del D2 de la policía provincial, doce años de prisión para un militar (imputado en un solo caso) y absolución para un ex oficial de Inteligencia.

El proceso que condujo durante once meses el Tribunal Oral Federal Nº 1 de Mendoza, en el que declararon más de doscientos testigos, fue el segundo de la provincia y el tercero en Cuyo. Arrancó el 17 de noviembre de 2010 con diez acusados, aunque sólo seis llegaron al final. La pena máxima recayó sobre el ex comisario inspector Juan Agustín Oyarzábal, el ex oficial inspector Eduardo Smahá Borzuk, el ex subcomisario Alberto Rodríguez Vázquez y el ex sargento Celustiano Lucero. El ex teniente Dardo Migno recibió doce años de cárcel, en tanto fue absuelto el entonces teniente coronel Paulino Furió. Durante el juicio quedaron fuera de juego, aunque no de la historia, el fallecido general Juan Pablo Saá, el general Mario Lépori, el coronel Tamer Yapur y el ex oficial del D2 Armando Osvaldo Fernández. Los últimos tres fueron sobreseídos gracias a sus problemas de salud.

Las condenas fueron por delitos de lesa humanidad contra 24 víctimas. El caso más conocido es el del poeta, periodista y militante montonero Francisco "Paco" Urondo, asesinado el 17 de junio de 1976 en una cita envenenada que terminó con el secuestro de su esposa Alicia Raboy y de su hija Angela, operativo del que René Ahuali logró huir pese a las heridas. También se condenó por las desapariciones de Salvador Moyano, Jorge del Carmen Fonseca, Ricardo Sánchez, Nora Jurado, Rafael Olivera y Aníbal Torres, y por el cautiverio del escritor y dirigente Angel Bustelo.

El silencio contenido durante la lectura del fallo estalló luego en llantos y abrazos. “¡30 mil compañeros desaparecidos!”, “¡Presentes!”, se recordó a las víctimas.

“Es un día contradictorio: por un lado estoy contenta, pero sentir que Rafael y Nora no están es un dolor inmenso. Yo los extraño como todo el país extraña a los que hoy no están con nosotros”, lamentó Monserrat Olivera, hermana de Rafael.

RAFAEL OLIVERA    ¡PRESENTE!
NORA R. JURADO    ¡PRESENTE!

Con Rafael me une algo especial, además de lo político, porque fuimos compañeros de la secundaria, buenos compañeros y amigos. Rafael era un muy buen tipo y ya se sentía que era especial. Aunque posteriormente militamos ambos en la JP, nunca lo supimos, cosas de los "ámbitos" y del crecimiento explosivo de la militancia juvenil peronista de aquellos años.

(Fuentes: Página12; desaparecidos.org)

bastadeodio                                                           

1 comentario:

  1. "Podrán cortar todas las flores, pero no detener la primavera!
    Compañeros desaparecidos,
    Presente, Ahora y Siempre!!!!

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