Por una Patria Justa, Libre y Soberana

Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

domingo, 13 de noviembre de 2011

Memoria y Testimonio

"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de los hechos anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas."
RODOLFO WALSH

Uno de los aspectos claves de la dominación que los sectores que detentan el poder efectivo en nuestro país han desarrollado con bastante éxito -por momentos aplastante- en el pasado tiene que ver con el "borrado" de la memoria colectiva de las luchas populares.
Esa operación que hoy es visualizada como un aspecto de la "lucha cultural" es una parte esencial de la dominación porque la represión, el miedo y la amenaza son fundamentales para imponer en el momento de auge de las luchas populares los intereses de las minorías pero luego que la violencia desatada haya logrado alcanzar el efecto de desarticular y neutralizar a los elementos más comprometidos, se hace necesario perpetuar, extender en el tiempo, las condiciones materiales de la dominación y eso lleva a establecer ciertas condiciones de aceptación o neutralidad más permanentes en aquellos sectores a los que se va a someter y explotar. Este es un aspecto sumamente complejo que requiere la colaboración irrestricta e indispensable por parte de los medios de comunicación -que pasan a ser una parte esencial de la trama del engaño- y de políticas económicas específicas que rompan la alianza de clases que sostuvo al período de auge popular anterior.
La manifestación a nivel de los medios incluye la censura, la autocensura y directamente el colaboracionismo activo.

Frente a esta estrategia global y poderosa -muchas veces en solitaria y en aparente quijotesca lucha- se encuentran individuos y organizaciones que se resisten a entrar en los estrechos márgenes autorizados por los sectores dominantes. Por ejemplo, la digna y solitaria actitud del diario "Buenos Aires Herald" y de su director en la época de la dictadura militar Robert Cox y, desde luego, la inolvidable, tremendamente valiente, lucha de las Madres de la Plaza de Mayo y de otros Organismos de DDHH, durante aquellos años difíciles y los que, luego de 1983, le siguieron ya en democracia. Para ahondar en el ejercicio del periodismo durante la dictadura se recomiendan los audiovisuales de Memoria Abierta.

En el momento actual, un caso muy ilustrativo de esta estrategia actualmente en franca crisis, es el comportamiento de determinados sectores muy concentrados y políticamente recalcitrantes de los modernos multimedios masivos de comunicación en su actitud radicalmente opositora al actual gobierno. En este esquema ciertos periodistas e intelectuales de ganado prestigio en el pasado juegan un papel fundamental que pretende otorgarle verosimilitud y credibilidad a lo que en muchas ocasiones son puras operaciones de prensa que buscan obstaculizar o directamente producir un daño a las políticas gubernamentales.

Pero en lugar de analizar, en este caso, en general y en abstracto el papel de los medios de comunicación en este largo proceso de "borrado" y "contraborrado" o resistencia de la memoria colectiva lo que haré será tomar como ejemplo de lo que no debe ser un caso particular escogido entre este "cuerpo de zapadores" de la democracia, la memoria y el testimonio, el del periodista José "Pepe" Eliaschev.

Eliaschev (1945) ingresó al periodismo muy joven (1964) de la mano de Bernardo Neustadt como colaborador en su revista Todo. También trabajó en esos primeros años como periodista en la revista Gente entonces dirigida por Samuel Chiche Gelblung.

Enrique Walker
En 1971 fue fundador junto con Enrique "Jarito" Walker, quien también trabajó en la revista Gente como secretario de redacción, de la revista Nuevo Hombre inspirada en la revolución cubana y en las luchas de liberación del tercer mundo. Enrique Walker participó, en 1972, en la fundación del periódico montonero El Descamisado, en el cual Eliaschev colaboró en parte del año 1973. En 1974 sus caminos se bifurcan. Luego de la muerte de Rucci perpetrada por un comando montonero, Eliaschev se aleja de los montoneros y tras interpretar que su vida corre peligro por las amenazas de la triple A se exilia con su esposa e hijo en Venezuela. Eliaschev caracteriza, en una evidente relectura de su experiencia personal, de la siguiente manera ese momento decisivo de su vida y de la de miles de militantes:

"Creo que el mejor fue cuando en el ’74 me llevé a mi mujer y a nuestro primogénito de la Argentina, cuando dije: “Nos van a matar”, quemé todas las naves y me fui a la mierda. Ese fue el espasmo de vitalidad. Mucha gente no se dio cuenta, se engañó, no tuvo lucidez, no tuvo ganas, no tuvo posibilidad, no tuvo suerte y se la llevaron puesta. Y lo digo y me estremezco. Lo peor, supongo que el haber sobredimensionado mis problemas en muchas ocasiones y pensar que eran el prólogo de la catástrofe final." (Si desea leer más de la entrevista hecha por la revista Noticias, ver aquí)

Como contracara el destino de Enrique Walker fue bien distinto. Fue secuestrado el 17 de Julio de 1976, a las 19,30 horas, mientras se encontraba en el cine Moreno de la localidad de Caballito y continúa desaparecido junto con un centenar más de periodistas.

El operativo montado para su secuestro fue registrado por los diarios La Nación y La Opinión.

Diario La Nación, 18 de julio de 1976:
"Un hecho registrado ayer, por la tarde, en un cine del barrio de Caballito, causó alarma a los numerosos espectadores que se encontraban en su interior, y sorprendió a los transeúntes de la zona. A las 19,30 horas se detuvieron ante el cine Moreno, ubicado en Rivadavia al 5050, dos vehículos, una furgoneta Ford de color blanco, chapa D-171622, y un automóvil Ford Falcon metalizado, de los que descendieron varios hombres que se dirigieron al boletero de la sala, y luego de identificarse como policías, le indicaron que hiciese encender las luces del local, donde en ese momento se proyectaba una película.
Una vez conseguido ese objetivo, los hombres se dedicaron a buscar una persona entre los espectadores, la que muy pronto fue identificada. El hombre buscado intento fugarse, pero fue reducido por sus perseguidores, quienes con arma de fuego lo obligaron a ascender a la furgoneta. Posteriormente, quienes habían intervenido en el procedimiento, subieron a los vehículos y abandonaron el lugar. El suceso fue denunciado en la Comisaría 12.
".
Nótese que el cronista no se preocupa de identificar al secuestrado, al parecer basta con que lo hagan los secuestradores.

En cambio el Diario La Opinión, del 20 de julio de 1976 cita:

"El diario Buenos Aires Herald identificó ayer como Enrique Walker a una persona secuestrada espectacularmente en la noche del sábado último, en una sala cinematográfica de Caballito por un grupo armado que obligó a los empleados del establecimiento a interrumpir la función y a encender las luces para llevar a cabo el operativo."

Los que lo conocieron y en particular su madre señalan la trascendencia que tuvo su viaje a Vietnam en plena guerra de liberación enviado por la revista Gente para investigar el destino de un periodista de La Nación desaparecido allí. Dice al respecto Eduardo Blaustein:

" Según testimonio de quienes lo conocieron, algunos de los viajes que realizó por Latinoamérica lo conmovieron hondamente y de acuerdo con el relato de su madre la experiencia que de verdad lo transformó la sufrió en Vietnam, a donde partió tras los pasos de su colega de La Nación, Ignacio Ezcurra, quien había desaparecido en el escenario de la guerra sin dejar rastro...". También se puede acceder aquí a una crónica muy bien escrita por Enrique y enviada desde Vietnam y más información muy reveladora sobre Enrique Walker aquí.

Volviendo a Pepe Eliaschev, su exilio en Venezuela se extiende hasta 1976 año en el que es contratado por la agencia The Associated Press (AP) la mayor agencia de noticias estadounidense para su sede mundial de Nueva York. Allí se instala primero como editor de la agencia y luego, entre 1979 y 1980, como corresponsal extranjero de radios y canales de TV argentinos que en ese momento eran controlados por el gobierno militar. Fue corresponsal de Radio Mitre en Nueva York, con coberturas en Nicaragua, Estados Unidos y Canadá. Permaneció en los Estados Unidos hasta fines de 1981 como corresponsal de varias publicaciones.
La última etapa de su exilio, entre 1981 y 1984, la completó en México, donde publicó un libro “USA, Reagan, los años Ochenta” y, entre otras colaboraciones, fue corresponsal del programa de Cacho Fontana (Radio Argentina) durante 1982, incluida la época de la guerra de Malvinas.

A su vuelta al país en 1984 participó en varios programas de TV y de radio. Tuvo sus propios programas como "Cable a tierra" en ATC y "Concretamente" en Radio Continental, entre otros. Su programa de mayor éxito y duración fue "Esto que pasa" (veinte años) el último programa, que en ese entonces se emitía por Radio Nacional, fue el de la noche del 30 de diciembre de 2005 momento en el que la directora Mona Moncalvillo, según afirma Eliaschev, le comunicó la finalización de su contrato por "órdenes de arriba". Actualmente el programa se emite por la FM 92.1 Identidad. (Ver aquí su sitio web personal).

Desde ese momento Eliaschev se convirtió en un opositor frontal al gobierno "kirchnerista".

Pero "Pepe" no es solo un opositor al gobierno sino que ha cambiado de manera muy profunda la forma de pensar y ver la realidad que marcaron su etapa de inicio y desarrollo en el periodismo.

En un reciente intercambio de "misiles mediáticos" entre él y Horacio Verbitsky, este último afirma:

"Eliaschev condena con severos tonos morales la lucha armada que ocurrió en nuestra juventud. No objeto la legitimidad de la crítica ni idealizo lo que él cuestiona, pero me intriga el travestismo con que niega su propia historia. En junio de este año escribió un brulote sobre “la locura foquista y mesiánica” y “la desmesura fenomenal de un grupo de alucinados que deambuló por la selva salteña entre comienzos de 1963 y mediados de 1964, en el gobierno de Arturo Illia”.

"...También encontré algunos artículos suyos en Cristianismo y Revolución. Allí, Eliaschev bañó de emocionados adjetivos a Javier Heraud, el guerrillero y poeta peruano asesinado a los 21 años cuando vadeaba un río. Su muerte “hermosa y grande”, es de aquellas que “desparraman su gloria por todos los vientos y apagan el fétido olor a traición generado por las pandillas de intelectuales viajeros y cobardes que aman crear elegías a las balas en vez de dispararlas”, escribió Eliaschev en 1969. Prometía que “daremos combate por su ausencia, por su fusil suspendido. Porque no hay arte sin guerra, porque no hay vida sin guerra”. Para no fomentar equívocos aclaro que esa exaltación romántica no era la lingua franca de aquellos años."

"...Hace pocos días, al presentar su libro sobre el juicio de 1985 a Videla, Massera & Compañía, Eliaschev adhirió a la doctrina castrense-episcopal de la memoria completa, lo que entusiasmó a Santiago Kovadloff, Mariano Grondona y los ex dictadores bajo proceso. Según Kovadloff, Eliaschev reconoce “las acciones criminales de quienes, antes del golpe de 1976 y en nombre de la patria socialista, embistieron contra el orden constitucional, ya que está probado que el terrorismo fue el primero en recurrir a la violencia armada y que siguen pendientes de condena los responsables de tantos secuestros y asesinatos”. (Nota completa aquí)

Es la teoría de los dos demonios perfeccionada que reescribe la historia colocando a la violencia guerrillera como el origen y justificación causal de la violencia posterior a 1976. No importa que la historia más plausible sea otra, mucho más cercana -a pesar del panegírico- a la que informaba el Eliaschev joven desde las páginas de Cristianismo y Revolución, Nuevo Hombre o El descamisado. Dicho brevemente:

Las organizaciones guerrilleras fueron una respuesta en parte acertada y aplaudida y en parte equivocada y rechazada, todo ello en momentos históricos y situaciones políticas no comparables ni simultáneas sino sucesivas. La violencia "de arriba" con su secuela de secuestros, muertes, desapariciones y cárceles fueron muy anteriores incluso a la aparición en 1964 de las primeras manifestaciones de una guerrilla, en ese momento exclusivamente rural.

La violencia masiva en contra del pueblo se instala de manera dramática en la escena política argentina el 16 de junio de 1955 y se continúa en la represión del levantamiento peronista de 1956 y la masacre de José León Suarez, continúa con el Plan Conintes de Arturo Frondizi y se instala definitivamente con el golpe de Onganía de 1966 y el largo y complejo proceso, con la violencia de la represión siempre presente, que entra en crisis en 1972 y que significa un enorme triunfo popular y la apertura en nuestro país de un problemático período de democracia que termina lamentablemente con la muerte del General Perón y la instalación en 1976 de la más sangrienta dictadura militar que sufrió nuestro pueblo. Es en ese marco completo en el que deben juzgarse las diversas y muy disimiles experiencias guerrilleras de los años sesenta y setenta. No es un tema fácil de abordar y no es este el momento de hacerlo aquí.

Pero lo de Eliaschev va más allá de una condena global e indiferenciada a la experiencia guerrillera en nuestro país. Veamos lo que piensa hoy -solo a título de ejemplo- sobre el debate acerca del agotamiento del neoliberalismo y de sus recetas fracasadas de continuos ajustes que deben ser pagados por el pueblo de las naciones, esto escribió en Perfil hace unos pocos días:

"...sigue siendo casi imposible encontrar en la Argentina eco para, al menos, debatir ciertas lecciones que se derivan de la fuerte crisis global. Trabajar más horas por día y/o más días por semana, pagar más impuestos, recortar franjas del gasto público corriente, jubilarse más tarde, evitar que los salarios crezcan más que la inflación y los precios, y administrar de manera más prudente el ejercicio de ciertos derechos sociales que resulta cada vez más difícil costear, son caminos a los que se estigmatiza desde principismos recalcitrantes."

"...Esta semana, por ejemplo, los indómitos docentes porteños se agasajaron a sí mismos con un larguísimo week-end graciable: “votaron” el jueves a sus representantes en las llamadas juntas “de calificación”, y el viernes hicieron huelga, para recuperarse de la fatiga. Por esa razón, no dieron clase durante dos días, y luego se zambulleron en el fin de semana, donde siguieron descansando, tras el agotamiento de votar y de hacer huelga. Todo hecho en impunidad y, claro, cobrando sueldo, pero más temprano que tarde, la adición llegará a la mesa y habrá que pagarla. Será dolorosa. No me hace feliz escribirlo." (Nota completa aquí)

Cínico y buena pluma. Pero no quiere ocultar que está a favor de dos cosas:

1) De las recetas de ajuste del FMI que hacen que "el almuerzo" (son sus palabras) lo pague el pueblo trabajador con menores salarios, menos derechos y desempleo y

2) Quitarles derechos laborales vigentes a los docentes según la política impulsada por Macri de eliminar las Juntas de Clasificación, un sistema democrático de administración de la carrera docente que lleva años en vigencia y reemplazarlo por otro dirigido "a dedo" desde el ministerio de educación de la ciudad y decidido entre cuatro paredes y por un par de personas.

Dos muestras de que el cambio de Pepe no es solo su paso al antikirchnerismo militante, sino que es mucho más profundo y que incluye su identificación con dos muestras bien claras del autoritarismo y la falta de democracia en la que se toman decisiones que afectan la vida y el futuro de millones de personas en el mundo.

Pepe ha elegido el olvido y no la memoria y ha decidido no dar testimonio en favor de los excluidos, de los que no tienen voz, sino poner el suyo al servicio de los poderosos.

Artificialidad
Hay una parte de la entrevista publicada en Noticias, a la que hago referencia más arriba que a mi modo de ver revela la soberbia y la ceguera de Eliaschev, sus respuestas no merecen ningún comentario, hablan por sí solas, la realidad le ha hecho tragarse sus palabras, es ésta:

Noticias: Así como al principio, Cristina Kirchner quiso emular a Evita, ¿está cada vez más cerca de ser comparada con Isabelita? 
Eliaschev: Yo no la quisiera comparar con Isabelita porque se trata del ícono de una época fatídica, y hasta por haber vivido lo que viví, por haber hecho los desastres que hicimos como generación…, pero es claro que ella no conduce el país. La conducción estratégica está en manos de su marido. 
Noticias: ¿Se la hacen más difícil por ser mujer? 
Eliaschev: No, eso es una caricatura. Ella misma encarna los más emblemáticos tics de la mujer tradicional. 
Noticias: Se refiere a ella diciendo “la presidente Cristina”, ¿la semántica es una forma de provocación? 
Eliaschev: Es que ese demagógico “argentinos y argentinas”, “plomeros y plomeras”… Siempre fui sensible a los temas de género. Pero tengo una gran capacidad para advertir cuando algo es artificial y creo que en Cristina hay una cuota de artificialidad realmente dominante.

Una aclaración al final que tal vez sea necesaria para algunos lectores especialmente susceptibles, no es que sea condenable que alguien cambie de opinión, incluso de manera radical, como es el caso de José Eliaschev.
Lo que le critico aquí son dos aspectos de ese cambio, su renuencia a reconocer su anterior militancia y las posiciones públicas que sostenía sin dar ninguna explicación de su cambio que nos pueda servir a él y a todos, a pesar de que por ahí no se las comparta. Lo obliga como intelectual su historia personal y nuestra historia colectiva. La segunda cuestión que aquí se le achaca es su identificación acrítica con los postulados y las posiciones más reaccionarias y su acercamiento, que merece ser calificado de servil e incondicional, a las formas del poder, que no solo los ex militantes como el conocen bien y han repudiado en el pasado, sino que cualquiera que ame la democracia y la libertad, el respeto por los demás, especialmente por los que menos tienen, por los excluídos de la sociedad, pueden tolerar. Un ejemplo muy claro de lo que afirmo es el desprecio que manifiesta por las expresiones de las masas pòpulares en su crónica de los festejos del Bicentenario. Se puede ser opositor al gobierno, incluso impiadoso, pero no se puede confundir gobierno y pueblo. Esa es la confusión de los autoritarios, de los gorilas que bombardearon a la gente, al pueblo, en la plaza del 16 de junio del 45, de los militares asesinos del proceso de reorganización nacional secuestrando bebés. Tales actitudes y posiciones son hoy inexcusables en un periodista de la vasta experiencia de Eliaschev.

Cambiando en cierta medida de tema y dejando atrás al periodista arrepentido, termino con una frase esperanzadora de Eduardo Galeano que en mi opinión resume muy bien nuestra realidad presente al enfrentarla con las expectativas abrumadoras que nos movían a los militantes en los años sesenta y setenta:

"Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable."

Eso creo que, entre otras cosas, aprehendimos, sin recurrir al olvido sino con la memoria, y sin renunciar a dar testimonio. Por los miles de muertos y desaparecidos. Por los periodistas que eligieron por la memoria y el dar testimonio. Por aquellos que no se venden. Por el futuro. Por el juicio y la condena a los responsables del genocidio. Por la recuperación efectiva de una democracia sin tutelas de ningún tipo.

bastadeodio                                                          

4 comentarios:

  1. Tristemente a la hora de la verdad, en plena divisoria de aguas, él eligió, y eligió ponerse en contra del pueblo y en favor de los poderosos. Y no fue el único. Para todos ellos,en palabras del Dante: "Ya no rinde homenaje de ellos el mundo, compasión y justicia les desprecian, olvídate de ellos, sólo mira y pasa"

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  2. Sí, ejercitemos la memoria, seamos testimonio... Sigamos estigmatizando los caminos que no son para beneficio del pueblo, es un discurso que no me mancha…
    Para este señor, el votar de los docentes (y de cualquiera bah!) es una pérdida de tiempo y esfuerzos… tergiversa la esencia de un paro docente. El docente en paro enseña a sus alumnos a luchar por sus derechos, en este caso, plena vigencia del Estatuto (el cual considero que necesita “retoques” pero de acuerdo a la ley y no con el “decímetro” del “niño” y su gente).
    Sí, cínico y buena pluma… Envenenador de ideas, agregaría…
    Creo que después de desenmascararlo (que lo hiciste en forma brillante) debemos mirar a Galeano: “Actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable”

    Brindo por el futuro que estamos construyendo, con lucha por mayor justicia, por más distribución, por más autonomía, por más democracia…
    Uno de mis deseos es que, diariamente, al despertarme, “haya un poquito más de igualdad” o mejor dicho de IGUALDAD.
    Abrazo (y Caparrós profe…?)

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  3. Iris hace tiempo que pensaba escribir sobre Eliaschev, al que conocí de joven allá por el 65 o 66 antes del cordobazo del 69, seguro. Cuando lo leo ahora y no lo hago a menudo, aunque ahora lo hice para escribir sobre él, NO lo puedo creer. Pero creo que lo que lo marca son actitudes personales de cobardía, si cobardía en las situaciones de crisis, Por ejemplo cuando Alfonsín y el trabajaba bajo Mario Sábato en ATC. Es eso y una buena pluma, aunque ampulosa y poco sincera. Simplemente me saqué las ganas.

    Hilda, gracias otra vez. De Caparrós ya me ocupé en un post y no creo que lo vuelva a hacer salvo que alguna situación lo amerite. No es que haya terminado con él no soy tan pretencioso, solo sucede que él terminó para mí.
    Un abrazo a ambas

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  4. Ay Dios, qué pelotudazo es Eliaschev. "Cuota de artificialidad". Yo lo pondría a debatir mano a mano con Cristina para disfrutar de qué manera bestial y quirúrgica la Presidenta le rompería el ojete en 20 mil pedazos.

    Abrazo Profe

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