Por una Patria Justa, Libre y Soberana

Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

lunes, 30 de abril de 2012

Macri, Moreno, La Justicia y La Vergüenza


Es un tema remanido. La Nación protege a Macri. Es un hecho pero uno no deja de sorprenderse del descaro con que lo hace.

"La Nación informa con objetividad e independencia", "La Nación es un diario serio e imparcial", a esta altura dan risa estas viejas consignas, son cáscaras vacías, mentiras absolutas que no deberían engañar a nadie.

Leemos en el diario de los Mitre: "Revés para Moreno en la Justicia" (29-4-2012)

"La Cámara en lo Penal Económico desestimó una apelación del secretario contra el presidente de Shell"

"El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sufrió un nuevo traspié judicial en su intento por aplicar la ley de abastecimiento contra las estaciones de servicio Shell. Así lo estableció la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, que confirmó el sobreseimiento del presidente de la petrolera, Juan José Aranguren, por una causa iniciada en 2007."

La nota emplea un tono de inocultable alegría porque la Justicia le dio la razón a la empresa frente a los consumidores. Y la impactante noticia (jeje) es destacada en primera plana.
Guillermo Moreno es un blanco clásico de los medios opositores y lo es por lo que hace, que es defender los intereses de la población al tratar de influir en un mercado habituado a hacer lo que se le da la gana. Pero los empresarios han aprendido a convivir con él e incluso se da una situación paradójica en la que los medios opositores se quejan amargamente de las limitaciones impuestas por Moreno, pero los propios empresarios o las cámaras que los agrupan los desautorizan. Tampoco es nuevo, estos medios intentan, desde el fracaso opositor del grupo A, ocupar el lugar de los partidos políticos y de las representaciones empresariales en su oposición al gobierno.
Lo cierto es que últimamente, como sucedió con los medicamentos o los libros importados y con la ley de expropiación de las acciones de YPF en manos de Repsol, han quedado en off side.

Seguimos leyendo buscando alguna mención al reciente fallo contrario a Macri por el accionar de la UCEP. El día anterior, (28-4-2012), encontramos algo, en un escondido apartado denominado "síntesis" que puede tener algo que ver, leemos:

INDIGENTES
"Anulan un fallo que favoreció a Macri."
"La Cámara del Crimen anuló el sobreseimiento del jefe de gobierno Mauricio Macri, investigado por agresiones contra personas en situación de calle por parte de integrantes de la ex Unidad de Control del Espacio Público (UCEP). Macri había sido sobreseído por la jueza María Fontbona de Pombo, pero con la decisión de la Sala I de la Cámara del Crimen seguirá investigado. Lo decidieron los jueces Jorge Rimondi, Luis María Bunge Campos y Alfredo Barbarosch."

Esto es todo lo que dice el diario. Tono neutro en este caso. Sin comentarios y en un sitio escondido para que no se note y el lector habitual no se moleste.

Seguimos buscando y nos encontramos, el mismo día, con una nota escrita por el diputado Pinedo, quien no nos ahorra título catastrófico: "Estamos viviendo una inmundicia institucional"

"El jefe del bloque de diputados de PRO repudió el apartamiento del juez Rafecas de la causa que implica al vicepresidente Boudou; "Seguramente la causa recaerá ahora en (el juez federal, Norberto) Oyarbide y en esta Cámara que procesó a Mauricio Macri por la vergonzosa causa de las escuchas", se quejó Pinedo."
No sucedió así, pero poco importa, ni los del PRO, ni los de La Nación rectifican nunca sus dichos.

Nada más en los últimos tres días. Solo correspondería agregar a la lista algo que toca de refilón al alcalde: el muy publicitado acuerdo entre Moyano (quien ahora luce -para LN- rubio, alto y de ojos celestes) y Macri sobre los recolectores de basura, pero esto es harina de otro costal.

Sin embargo, sabemos todos -menos los lectores de la "prensa independiente"- que esto no es TODO sobre Macri. Leemos en Página12, que, según los escribas del periodismo desestabilizador es un miembro pleno del monopolio de prensa construido por el oficialismo, lo siguiente:

"Revés judicial para Mauricio Macri" (28-4-2012)

"LA JUSTICIA ANULO SU SOBRESEIMIENTO EN LA CAUSA POR LOS VEJÁMENES COMETIDOS POR LA UCEP"
"(Macri) Vuelve a estar imputado y ahora la Justicia debe investigar su rol en el accionar de la patota que desalojaba a personas sin techo."

"Mauricio Macri volvió a estar imputado en la causa en la que se investigan los ataques y vejámenes que sufrieron personas en situación de calle por parte de un organismo oficial de triste fama, la ex Unidad de Control del Espacio Público (UCEP). Macri había sido sobreseído en diciembre por la jueza a cargo de la causa, pero ayer la Sala I de la Cámara del Crimen declaró nulo el sobreseimiento, por lo que el jefe de Gobierno volverá a ser investigado por su responsabilidad en diecisiete hechos denunciados...La decisión fue unánime." (Leer más)

El "Fino" Palacios, preso y procesado por espionaje ilegal
Esta es la "objetividad" de La Nación y sus secuaces: festejar un fallo de la Justicia en contra del Estado, a favor de una empresa y en contra de los consumidores y, a la vez, ocultar un fallo de la misma Justicia a favor del Estado de Derecho y en contra de una medida salvajemente autoritaria y contraria a los más elementales derechos individuales como fue, desde su concepción hasta su implementación, la UCEP de Mauricio Macri. Esa forma de hacer política, la de Pinedo y Macri, y esa forma de informar, sí que pueden ser calificadas sin exagerar de inmundicia. Es más, recientemente la propia Corte Suprema de la Nación conminó al Jefe de (des)Gobierno de la Ciudad para que les otorgue a una madre y a su hijo discapacitado que viven en la calle una vivienda y una atención social y sanitaria acorde a su situación de vulnerabilidad. Que la propia Corte Suprema se vea en la obligación de hacer cumplir a Macri lo que es su obligación directa como gobernante, eso si que es una vergüenza: para Macri, para Pinedo, para el Gobierno de la Ciudad, para el PRO y para los medios de comunicación que lo protegen.

Lo mismo ocurre con el juicio por las escuchas ilegales en el que están procesados varios miembros actuales y anteriores del gobierno del PRO y al que Pinedo se refiere como "una vergüenza". Las pruebas son en este caso numerosas y contundentes. La causa de las escuchas ilegales no es una vergüenza, lo que es una vergüenza es montar con los dineros del Estado una organización ilegal para realizarlas.

La que si es una vergüenza desde su mismo origen es la causa armada en contra del vicepresidente y de la cual -sospecho- el juez Rafecas se alegra de haber sido apartado. Es todo al revés de como lo dicen Pinedo y La Nación. Vergüenza debería darles, pero hace tiempo que demuestran no tener ninguna. ¿Manipulación de la información?, ¿Periodismo militante? NO, NO, La Nación es objetiva e independiente, por eso en la SIP se muestran preocupados por los ataques que desde el "gobierno autoritario" se les hacen cotidianamente.

Si algo demostró todo el cacareo y el escandalete desmesurado que rodearon el tratamiento en gran parte de la prensa nacional e internacional de la decisión soberana del poder Ejecutivo -a punto de ser reafirmada por el poder Legislativo Nacional- de la expropiación de las acciones de YPF en manos de la española Repsol, es que si hay algo que escasea en la prensa y en las expresiones mediáticas de los funcionarios de los gobiernos centrales es "objetividad e independencia". A pocos días de tomada la medida ya no se escuchan amenazas del mismo tenor. La realidad termina por imponerse a las maniobras mediáticas.

bastadeodio                                                              

viernes, 27 de abril de 2012

Ceferino Reato y la objetividad

El mito de la objetividad:

Como ha demostrado el pensamiento filosófico, la objetividad como pretensión del conocimiento es un mito, incluso en el marco de la ciencia, cuando se la esgrime como tal normalmente esconde un designio de predominio, un impulso de imposición,  esto mucho más ocurre en el ámbito del periodismo.

El periodismo como tal, como profesión, surge con la revolución burguesa como un novísimo recurso de la clase emergente en su lucha ideológica y política contra el absolutismo y los privilegios de los aristócratas. Desde luego que antes de convertirse en una profesión en el sentido moderno, ya existían las crónicas, incluso especializadas y también grandes cronistas, pero constituían un género literario. Podrían -como hace Ducrot-  ser consideradas como expresiones de un "protoperiodismo".

Una vez que las burguesías completaron el proceso emancipador -tanto en los países centrales como en las ex colonias- los periodistas y los periódicos pasaron de la confrontación sistemática con el antiguo régimen a cumplir una función de legitimación del nuevo orden social. Las empresas periodísticas ocultaron entonces su línea editorial bajo el manto de la "objetividad".
El poder se había alcanzado en gran medida y el periodismo "militante" ya no era necesario ni funcional a los intereses de la nueva clase dominante. Por supuesto que dentro de la misma burguesía existían contradicciones y que éstas se expresaban en diferentes líneas editoriales, sin embargo, todas ellas reclamaban para sí mismas la objetividad que le negaban a sus adversarios. La "objetividad", que nació en el ámbito de la revolución científica, se trasladó rápidamente con la mecanización al ámbito de las técnicas y de la organización primero del trabajo y mediante éste a la propia estructura de la sociedad burguesa moderna.

La objetividad es un concepto o un ideal, si se quiere, muy puesto en debate y modernamente se admite que no existe una objetividad sino muchas y relativas, ya que lo que llamamos objetividad (absoluta) nunca se logra de manera independiente a una toma de posición previa sobre el pasado, el presente y el futuro.
Dicho de otra manera, los datos de la realidad no son puros, no surgen aislados frente a la mirada del observador neutral sino que este selecciona y privilegia y con ello la mirada sobre la realidad es siempre hecha "desde un lugar" preexistente al mismo acto de observar y recoger los datos. Estas miradas no son -estrictamente hablando- individuales sino que responden a las diversas fracciones en conflicto en la sociedad y en ese sentido reflejan consensos existentes en su interior.

Esto es tan válido para la actividad científica como para la periodística. Ambas, además, se practican en instituciones que tienen sus propios y particulares intereses los que se imponen o sobreponen sobre los puntos de vista individuales.

Todo esto debe ser considerado normal y se reduce al choque de la realidad polifacética frente al mito de la unicidad de la verdad y, en ese sentido, son procesos que revelan lo que se pretende mantener oculto detrás de una cubierta de bellas palabras y serias declaraciones de principios.

Ahora bien, una cosa es compartir y defender cierta línea editorial -aunque se la disfrace- y otra muy distinta recibir dinero mediante contratos de empresas que, como en el caso de Repsol, se encuentran en el foco de una tormenta político-institucional para operar sobre la opinión pública en su favor.

Y esto es lo que sucede -según reveló Tiempo Argentino- con varios responsables de la línea editorial de los diarios Clarín y La Nación, sus familiares o habituales operadores políticos de frecuente presencia en los medios como es el caso de Alberto Fernández.

Una vez que la máscara ha caído y los verdaderos rostros han quedado al descubierto, pretender seguir utilizándola o es infantil o es cínico.

Ceferino Reato, Videla y la disposición final:

Como es sabido el periodista Ceferino Reato, editor jefe del diario Perfil entre 2005 y 2010, antes redactor de política de Clarín, ha publicado varios libros sobre un tema que parece apasionarle: los años previos a la dictadura cívico-militar conocida como proceso de reorganización nacional y particularmente las organizaciones guerrilleras. Uno de ellos trata sobre el asesinato de Rucci, presumiblemente cometido por Montoneros, "Operación Traviata" se llama el libro.
En 2010 publicó otro titulado "Primicia" sobre el debut del ejército montonero en el ataque al cuartel de Formosa. Antes, en el 2006, una biografía "no autorizada" sobre Lula ("La izquierda al diván", con prólogo de Pacho O´Donnell) y recientemente en el 2012, "Disposición Final" un libro que refleja el resultado de -según el autor- muchas horas de entrevistas con el dictador y genocida preso en Campo de Mayo. Este último libro ha dado lugar a amplias controversias, en particular por dos razones. Fue publicado de manera casi simultánea con la publicación en un medio español de una serie de entrevistas hechas por un periodista español y fundamentalmente porque muchos nos preguntamos como un asesino y genocida convicto y -ahora- confeso puede gozar de tantas libertades.

Estas controversias parece que han molestado a Reato, sobre todo lo dicho en el programa 6,7,8 y por el periodista Eduardo Anguita. En el diario Perfil del jueves 26 de abril publica una "respuesta" donde se dedica a atacar al programa y al periodista sin rebatir sus argumentos sino acusándolos de "Estar al salto por un bizcocho" (sic) *, o sea de ser serviles con el patrón, en este caso el gobierno nacional.

El periodista de cultura, Osvaldo Quiroga, lo entrevista para su programa "El refugio de la cultura" que se emite en el canal estatal, esta es la entrevista:
Como puede verse en el video Reato reivindica para sí la objetividad periodística y dice que lo entrevistó a Videla porque de él esperaba obtener "datos" valiosos del que fuera el responsable máximo del proceso militar. Las preguntas sin embargo no figuran y mucho menos las repreguntas, si es que las hubo, con lo cual la investigación, es decir el intento de encontrar la supuesta verdad escondida, se transforma en definitiva en un largo monólogo del dictador en el cual puede decir sin ser replicado lo que le venga en gana o le convenga a su estrategia criminal.Y, como él reconoce, un monólogo hecho en un contexto de deliberada amabilidad por parte del entrevistador.
Dice Reato que el no juzga, que deja eso para el lector. Apretado por Quiroga reconoce que Videla es un genocida pero afirma que su postura no es la de los "organismos de Derechos Humanos" que ni está de acuerdo con la teoría de los dos demonios, con la que estos no concuerdan, ni con la teoría opuesta que éstos sostendrían (eso deja entrever, aunque no lo afirma explícitamente) del demonio y los ángeles. Dice que ambas son un mito, son falsas y hechas a la medida de determinadas intencionalidades políticas. Por supuesto que él no admite frente a Quiroga tener alguna.

El estaría por el contrario por encima de estos mitos. Lo que esencialmente sostiene es que la mayoría de la población apoyaba el golpe de estado y que los militares tenía la suma del poder y carta blanca para hacer lo que que quisieran y, desde luego, lo hicieron. No cree que la dictadura pueda ser calificada de cívico-militar que ese es un mito nuevo que le es funcional al gobierno actual. Los militares según él llamaron a los civiles a colaborar con el proceso, eso es todo.

Por todo esto, porque estas cosas siguen pasando y estas pretendidas posiciones objetivas se siguen sosteniendo con la clara intención de desinformar, de confundir para, en el fondo, justificar a la dictadura y sus más execrables procedimientos, hay que celebrar doblemente que los representantes del pueblo reunidos en el recinto del Congreso de la Nación, por una vez y esperemos que esto marque una bisagra en su forma de acción política, han privilegiado el interés general de la sociedad y el suyo propio como representantes de esa voluntad colectiva, para votar positivamente y de forma prácticamente unánime la expropiación de las acciones de YPF en manos de Repsol. Justo es reconocer que este mismo Congreso de La Nación también votó la nulidad de las leyes del olvido y de la admistía, lo que posibilitó la reapertura de los juicios. Los tres poderes de la República se han expresado entonces con una claridad y definición que constituye un hito histórico a nivel continental y mundial sobre el Juicio y Castigo de los culpables del genocidio, militares y civiles, en lo que también constituye una toma de posición frente a los hechos de la historia reciente.

Esta es la mejor respuesta que se le puede dar a estas maniobras de bajo nivel y de pobre sustento que individuos como Reato y tantos otros, que se ven a sí mismos como defensores de los grandes valores del periodismo, practican a diario siguiendo intereses sectoriales y minoritarios que van en contra del interés general.
(*) el dicho correcto es "Estar al vuelo por un bizcocho"

bastadeodio                                                                   

sábado, 21 de abril de 2012

¿Reconstrucción o Reorganización?

Reconstrucción
Mario "Pacho" O´Donnell publica en el diario Página12 del sábado 21 de abril una nota titulada: "La participación civil en la dictadura". La nota comienza explicitando su objetivo:

"Llamar “dictadura militar” al ominoso Proceso de Reconstrucción Nacional es indultar sin razón al componente civil de aquellos años oscurísimos y sangrantes en que el terrorismo de Estado campeó en nuestra Patria." (la negrita es agregada)

En ella el historiador y actual titular del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, hace una adecuada fundamentación -aunque sin entrar en detalles- de la participación civil en la dictadura tradicionalmente calificada como "militar" a secas que se inició con el golpe de estado del 24 de marzo de 1976.

Pacho sostiene que la participación civil, de la que da muchos ejemplos, mucho más que accesoria o marginal, es -afirma- central y "Los civiles fueron parte indispensable de la dictadura cívico-militar y en gran medida pueden ser considerados los autores intelectuales de la misma."

También Pacho destaca el rol central -aunque sin ahondar en objetivos y consecuencias- que jugó el empresario José Alfredo Martínez de Hoz, antes y después del 24 de marzo.

Termina su escrito con un párrafo que contiene un cierto reclamo genérico de culpa sobre la sociedad actual cuando dice:

"La sociedad argentina, por magnanimidad o porque mayoritariamente no se sintió exenta de culpa, permitió que la mayoría de los civiles cómplices o colaboracionistas se reciclaran en la democracia, sin exigirles la rendición de cuentas que, con justicia aunque con demoras e indultos, exigió y exige a los miembros de las Fuerzas Armadas. En cuanto a la justicia, es necesario encontrar las vías legales para evitar la prescripción de tanta complicidad. Y en cuanto a nosotros, siempre llamemos dictadura cívico-militar al Proceso de Reorganización Nacional." (la negrita es agregada)

Se me hace necesario hacer algunas observaciones sobre lo escrito por O´Donnell.

En primer lugar las descargas generalizadas de culpa no conducen a nada y además son totalmente injustas con aquellos que en las peores condiciones imaginables se negaron a aceptar el silencio y la complicidad y arriesgaron sus vidas y en muchas ocasiones las perdieron pero no cedieron en su reclamo de justicia frente al terrorismo de estado. Son muchos, no son pocos los y las valientes que tuvieron esta actitud sin la cual el proceso de reconstrucción de la memoria y de la justicia que desde hace unos años vivimos no existiría.
Madres y Abuelas luchadoras incansables
Es imposible olvidar que este Pacho que hoy escribe también formó parte de un gobierno, el de Menem, que tomó al olvido como bandera en aras de una supuesta reconciliación nacional. Hay ocasiones en las que es más honesto hacer un mea culpa antes de descargar culpas de este tipo sobre otros.

En segundo lugar Pacho se queda corto y no explicita que el golpe del 24 de marzo -con la excusa de la lucha contra la subversión- instaló un proceso de transformación profunda de la estructura económico-productiva del país y del Estado que merece ser calificado de destructivo.
Ese era el verdadero plan de la dictadura, la guerra antisubversiva fue la excusa frente a la opinión pública. El método elegido, la desaparición sistemática de personas, es aquél que ahora sirve para condenar a sus ejecutores, los militares y fuerzas de seguridad, pero es mucho menos útil para alcanzar a los ideólogos. Los ideólogos solo pueden ser juzgados por sus crímenes en la medida en que actuaron en forma directa en la desaparición de personas, por lo menos como instigadores, y en la medida en la que se apropiaron de manera ilegal de bienes de personas o instituciones.

Una tercera y última observación: Pacho llama al "proceso" iniciado el 24 de marzo de 1976 de dos maneras diferentes, al parecer sin advertirlo. Al comienzo de su nota le agrega al término "proceso" la palabra "reconstrucción" y al finalizar la misma nota usa el término "reorganización". Sin duda las dos palabras no son intercambiables, no significan lo mismo, incluso si se las analiza pueden bien ser lo opuesto y, en consecuencia, califican de muy distinta manera al "proceso".

"Reconstrucción" es una palabra de fuerte connotación política en la historia nacional y mundial y, en general, positiva. Ese término fue empleado, por ejemplo, por Héctor Cámpora, para calificar el objetivo central de su gobierno. Es también empleado por los Kirchner en relación al objetivo central de reconstruir al Estado y el "tejido social" combatiendo la pobreza, el desempleo y la desigualdad.

El término "Reorganización", en cambio es en su origen mucho menos político y más empresarial o administrativo, pero que al ser usado por la dictadura refuerza el papel de la parte civil. Me explico. No es que los militares no lo empleen, seguramente no solo lo hacen sino que le dan un sentido similar al empleado en administración pero aplicado a una estructura de tipo militar.
En el caso de la dictadura (de ésta y de sus inmediatas antecesoras) su empleo era fundamentalmente de carácter ideológico y cobraba su significado en el marco de la llamada "doctrina de la seguridad nacional" emanada desde Washington en el contexto de la guerra fría entre el "bloque occidental" y el "bloque comunista", la que, esencialmente concebía la existencia, dentro de cada país, de fronteras interiores invisibles pero realmente existentes entre los partidarios de uno y otro bloque. De allí la expresión "infiltración marxista". Reorganización es para los militares la eliminación, si es necesario física, de esa "quinta columna" y, por eso, sus víctimas principales se encuentran en el medio estudiantil, obrero y cultural donde se los podía identificar fácilmente por las ideas que expresaban.

Para los civiles golpistas, en cambio, la reorganización era percibida como un cambio en las reglas de juego económicas. Concretamente apuntaban a llevar al mínimo el papel de control y participación del Estado en la vida económica, modificar (reorganizar) radicalmente el tejido productivo nacional abriendo las importaciones de manera agresiva con la finalidad de apropiarse, con el aporte de capitales extranjeros, de empresas nacionales de importancia y procurar con ello la mayor concentración posible. Era, al fin y al cabo, visto todo el proceso de reorganización nacional como una oportunidad de negocios para pocos nacionales y sus aliados extranjeros.

Los objetivos de ambos sectores confluían sobre los dirigentes y activistas gremiales de allí que sea en este sector donde se encuentra el mayor número de personas desaparecidas.

Además, los métodos de los militares se utilizaron, en algunos casos, para apropiarse de manera directa de algunas empresas, practicando la detención ilegal y la tortura con sus legítimos dueños.

La Junta de la Destrucción
No cabe la menor duda sobre la circunstancia histórica respecto de cómo llamaban y concebían los golpistas al proceso que se inició ese 24 de marzo, simplemente hay que leer la primera proclama que se conoció como "comunicado número 1 de la junta de comandantes" y que dice en una de sus partes, bajo el siguiente título:

"Acta fijando el propósito y los objetivos básicos para el Proceso de Reorganización Nacional", entre los considerandos figuran:

1.- Propósito. Restituir los valores esenciales que sirven de fundamento a la conducción integral del Estado, enfatizando el sentido de moralidad, idoneidad y eficiencias, imprescindible para reconstruir el contenido y la imagen de la Nación, erradicar la subversión y promover el desarrollo económico de la vida nacional basado en el equilibrio y participación responsable de los distintos sectores a fin de asegurar la posterior instauración de una democracia, republicana, representativa y federal, adecuada a la realidad y exigencias de solución y progreso del Pueblo Argentino.

2.- Objetivos básicos (algunos).

2.1. - Concreción de una soberanía política basada en el accionar de instituciones constitucionales revitalizadas, que ubiquen permanentemente el interés nacional por encima de cualquier sectarismo, tendencia o personalismo.

2.2. - Vigencia de los valores de la moral cristiana, de la tradición nacional y de la dignidad de ser argentino.

2.3. - Vigencia de la seguridad nacional, erradicando la subversión y las causas que favorecen su existencia.

2.7. - Relación armónica entre el Estado, el capital y el trabajo, con fortalecido desenvolvimiento de las estructuras empresariales y sindicales, ajustadas a sus fines específicos.

2.8. - Conformación de un sistema educativo acorde con las necesidades del país, que sirva efectivamente a los objetivos de la Nación y consolide los valores y aspiraciones culturales del ser argentino.

2.9. - Ubicación internacional en el mundo occidental y cristiano, manteniendo la capacidad de autodeterminación, y asegurando el fortalecimiento de la presencia argentina en el concierto de las naciones.

Más claro echale agua. De reconstrucción nada de nada, de destrucción todo.

bastadeodio                                                             

jueves, 19 de abril de 2012

El ASCO

La bebida amarga, Adriaen Brouwer (1606-1638)
¿Es el asco una emoción?, si es así, ¿Cuál es su origen?, ¿es instintiva o genética; o, por el contrario, aprendida socialmente; o una mezcla de ambas cosas?

¿La sensación de asco se puede analizar, caracterizar? ¿Es el asco un concepto científico?

El primer tipo que analizó el asco fue -cuando no- Darwin, en su libro "La expresión de las emociones en el hombre y en los animales" de 1872. Darwin lo reconoce, experimentó con sus propios hijos cuando eran muy pequeños. En el libro citado escribe:

"Nunca había visto el asco expresado de manera tan directa como en la cara de mis bebés a los cinco meses al ponerles, por primera vez, un poco de agua fría en los labios y nuevamente un mes más tarde, al ponerles un trozo de cereza madura en la boca"

Cualquiera que es padre o madre sabe que el asco a ciertas cosas indudablemente asquerosas no es algo que nuestros hijos traigan al nacer. Otra cosa distinta es que algunos padres abusen de manera poco recomendable de los aspectos educativos del tema diciéndole el niño o niña cuando intenta comerse un cigarrillo o mete las manos en un cenicero, ¡No, caca, no se toca!, lo que de alguna manera impide que olvidemos que los niños pequeños no tienen un asco innato por sus propias heces o por pequeños insectos que de adultos nos producen asco (en eso comparten la actitud con otros animales).

De modo que podemos concluir que el asco, como sensación o reacción frente a determinados estímulos es una cosa aprendida socialmente, en particular en el ambiente familiar y en los primeros años de vida. Y como es un hecho cultural se abre frente a su investigación un muy interesante pero complejo panorama.

Desde el punto de vista biológico o fisiológico, para ser más preciso, casi todo lo que hay que saber sobre el asco ya se sabe. Por ejemplo, es un hecho que muchas embarazadas experimentan con mayor fuerza la sensación de asco. Los especialistas dicen que esto sucede debido a que para evitar que el cuerpo de la mujer rechace al feto suben sus niveles de progesterona lo que aplaca al sistema inmunológico posibilitando la implantación del feto. Pero una consecuencia de los mayores niveles de progesterona es que aumenta la sensibilidad hacia aquellas cosas que le generan normalmente asco e, incluso, pueden aparecer en ese período otras nuevas motivaciones para el asco. No es divertido, la reacción de asco va desde un ligero malestar pasando por las náuseas, el vómito y hasta el desmayo. En muchos casos se vuelve, como el miedo, incontrolable.

Al ser un sentimiento, una emoción fuertemente condicionada por lo social, el ámbito de las cosas (objetos o situaciones) capaces de provocar asco en alguien es sumamente variable incluso dentro de una misma sociedad, no ya entre culturas radicalmente diferentes.

No es raro entonces que los investigadores no se pongan de acuerdo con respecto a una tipología del asco. Para Paul Rozin, uno de los expertos más afamados en el tema hay nueve tipos de asco. Pero el se especializa en la cultura estadounidense. Joshua Tybur de la VU University de Amsterdam propone solo tres tipologías muy abarcadoras. El asco se distribuiría para satisfacer tres funciones: para prevenir enfermedades, para elegir pareja y la tercera en relación al juicio moral. Este investigador afirma que con frecuencia las personas que son sensibles a uno de estos tipos no lo son a los otros necesariamente.

Algunos estudios sugieren que las personas con una ideología de derecha son más propensas al asco que las que las de ideología  progresista.

Es conocido el hecho de que el asco ha sido tradicionalmente una de las motivaciones, a veces visible y otras veces oculta, del racismo y otras formas de discriminación por motivos sexuales o de cualquier tipo.

Por ejemplo en los años´70 el asco a cierta forma de vestir, de llevar el pelo largo o manifestar ciertas conductas sexuales, en particular de los jóvenes, era primero motivo de asco manifiesto y luego de discriminación e incluso de persecución policial.

Muy recientemente hemos vivido una situación parecida en el conflicto del Indoamericano por parte de sectores de los habitantes de Villa Lugano e incluso de la propia autoridad (?) gubernamental de la ciudad.

Asco y miedo son sentimientos que suelen acompañarse y en muchas ocasiones estimularse mutuamente en una peligrosa sinergia. El resultado manifiesto de ese cóctel explosivo suele ser el odio, siempre irracional, aunque se lo trate de disfrazar de lo contrario. Lo grave es cuando este estímulo proviene de aquellos sectores del poder social que deberían tender a la unidad y la convivencia y no a estimular el odio.

Por ejemplo, nuestro (?) jefe de gobierno de la ciudad, el ingeniero Macri, confesó que se despertó con miedo la noche posterior al anuncio presidencial de la expropiación de las acciones de Repsol y que asustado fue a ver a su pequeña hija pensando -según confesó- en qué país inseguro le estábamos dejando. Más allá de lo verosímil del relato -cosa bastante dudosa porque al día siguiente al parecer se le quitó el miedo y pasó a afirmar que si era electo presidente (!!) no iba a modificar el nuevo status de YPF (??)- el relato apelaba al miedo y, de manera encubierta, al asco.

El asco (y por detrás el miedo) es el sentimiento que tratan de expresar e infundir en la opinión pública los poderosos del mundo en relación a la actitud soberana de la Argentina que solo intenta hacer valer sus intereses como Nación por sobre los intereses -legítimos pero subordinados- del capital.
Es simple de entender, los países poderosos practican a diario lo mismo que se propone hacer la Argentina y no solo violan habitualmente el derecho de propiedad de los más débiles sino también el derecho a la vida, que es invaluable y sin la menor duda amenazan el futuro de sociedades enteras, incluso el de toda la humanidad.

Desde luego los marines yanquis que se mean en los cadáveres de supuestos combatientes afganos y se fotografían con trozos de sus cuerpos no sienten -como la mayoría de los humanos en situación normal- asco frente a estos estímulos, el asco es nuestro al contemplar semejante nivel de degradación de la condición humana, el orgullo es de ellos.

Por eso ante tanta hipocresía, ante tanta bajeza moral, ante tanta arbitrariedad y doble vara de medir: una para los poderosos y otra para los subordinados, es inevitable sentir asco. Si, uno también se asquea frente a ciertas cosas.

bastadeodio                                                                     

lunes, 16 de abril de 2012

Vendedores de pescado podrido

De tanto vender pescado podrido ya no se siente su olor
Sería divertido sino fuese porque en algún nivel, aunque sea absurdo, se pueden jugar en el asunto las buenas relaciones que deben mantener dos Estados a los que los liga tanta historia común como a la Argentina y a España.

El hecho es que en torno a la supuesta existencia de un borrador de ley que tendría como destino la nacionalización de la empresa YPF en manos actualmente de Repsol, una empresa privada española, se tejió toda una trama de denuncias de autoridades y medios españoles a cada cual más violenta en las que, por lo menos en las palabras, se ponían en juego no solo los intereses concretos de las empresas involucradas y del pueblo español sino que se llegaba a calificar al gobierno argentino y a todos los argentinos de poco menos que ladrones.

Supuestamente todo este entuerto se origina por una copia del supuesto borrador de ley de expropiación puesto por un ignoto "funcionario" en  las manos del diputado del GEN Gerardo Milman (aliado del FAP de Hermes Binner) quien en su cuenta @gmilman twiteó a las dos de la tarde del día jueves 12 de abril: “Ingresó el proyecto de expropiación del 50 por ciento de YPF del PEN al Congreso”. Luego fue desgranando mayores datos en sucesivos tweets: “El proyecto de expropiación plantea que el Estado se quede con todas las acciones clase B (grupo Ezkenazi) y completar hasta llegar al 50” y “El proyecto plantea que el Estado designará el presidente de YPF”.

Ya avanzada la noche del mismo día, Milman colgó de su propia cuenta de Twitter el “borrador al que tuve acceso” sobre la expropiación de YPF.
Voy a hacer una parada para responder a la pregunta ¿Quién es Gerardo Milman?.
Es actual diputado electo (en el 2009) por el partido Generación por un Encuentro Nacional (GEN) liderado por la diputada Margarita Stolbizer aliada a su vez con Hermes Binner en el Frente Amplio Progresista (FAP).  Comenzó su militancia política en el radicalismo al que abandonó en el 2007 para incorporarse a la Coalición Cívica liderada por Elisa Carrió, a la que luego abandonó para seguir a Stolbizer. Siempre ha sostenido posturas de fuerte oposición al actual gobierno. Por ejemplo, a poco de comenzado el escándalo puramente mediático que involucra al vicepresidente Amado Boudou, el día 5 de abril, este señor pidió públicamente su renuncia a pesar de que en la causa judicial no hay prueba alguna ni siquiera para someterlo a una indagatoria y mucho menos para imputarlo de ningún delito.
En las elecciones de octubre del año pasado se presentó como candidato a la intendencia de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, pero solo alcanzó el 11% de los votos muy por debajo de Jorge Ferraresi, candidato del oficialista Frente para la Victoria (FPV).

El diario Página12 del día 13 concluye la nota titulada "El proyecto que no fue", refiriéndose al agitado día de sesiones donde todos -legisladores oficialistas, opositores y periodistas acreditados- esperaban el ingreso del anunciado proyesto de ley: "Sin ningún anuncio presidencial sobre el tema y ya más serenos, los legisladores oficialistas comenzaron a soltar alguna opinión, aunque siempre off the record. La mayoría de ellos apuntaban a la propia compañía petrolera en manos de Repsol. Pero nadie arriesgó a ponerle el mote de “operación” al borrador que circuló con múltiples precisiones redactadas en 62 artículos a modo de proyecto oficial, aunque no llevaba membrete del PEN ni firmas de ministros que lo avalen."

En ningún momento en las entrevistas posteriores concedidas el diputado Milman mencionó al supuesto funcionario del gobierno que le habría filtrado el documento.

"Periodismo independiente" en estado de descomposición
Desde luego que de manera sospechosamente simultánea, a pesar de las horas de desfase entre ambos países, los diarios Clarín y La Nación, varios medios españoles y la propia empresa Repsol se hicieron cargo del documento falso como si fuese real. Y se desataron el escándalo y los agravios. Claramente el perjudicado, si es que hay alguno, con esta venta de pescado podrido es el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner. Y si hay algún beneficiario son los medios opositores al gobierno y sobre todo la propia Repsol que ha logrado volcar a la opinión pública española y, lo peor, al gobierno de España y al PSOE, en su favor antes siquiera de conocerse las posibles razones de la parte argentina. Sin embargo el cinismo de los mercaderes de podredumbre llega al punto de acusar al propio gobierno de lanzar una operación con la finalidad de autoperjudicarse. ¿No se puede creer?. Pues sí, veamos.

El mismo 13 de abril el diario El País publica una nota en la que da por cierta la existencia del borrador, es más, según el diario no serían uno sino cuatro los borradores y, entre otras cosas, cita una nota del periodista de La Nación, Jorge Fernández Díaz, aparecida el día 8 de abril, solo tres días antes de la operación, titulada: "Así funciona la máquina de triturar periodistas".

Esa es la punta del ovillo desde la que hay que empezar a tironear para descubrir cual es el origen y los beneficiarios de la venta del material en descomposición. La nota es el intento más increíble de exculpar al periodismo (reconozco que seguir llamándolo así es un exceso del lenguaje) autotitulado "independiente" que practican a diario La Nación, Clarín y Perfil y al cual se acopla sin demasiadas precauciones el diario El País.

Lo que afirma la nota es que cuando los periodistas dan información falsa, es porque ésta es generada adrede en el gobierno en una maniobra malévola para dejarlos en ridículo y desacreditarlos.

A pesar de lo ridículo de la argumentación de Fernández Díaz, de su extrema debilidad, el diario El País le da crédito y la emplea como una prueba de que todos: Clarín, Repsol, el gobierno español y el propio diario El País fueron manipulados de forma aviesa por Cristina Kirchner.

Más allá de la experiencia de los periodistas que integran el staff de estos diarios y los políticos involucrados en el engaño, que los inhabilita para hacerse justamente los inocentes e incautos compradores de falsedades; a pesar de que maniobras como esas son cotidianas en este sector de la prensa local y posiblemente en mucha otra fuera de las fronteras argentinas, toda la maniobra se ve ridícula hasta frente a los ojos del más crédulo de los lectores, siempre y cuando, claro, lean algo más que el titular y la bajada. Como en todo crimen -nos lo enseñan las series americanas de la TV- para encontrar al autor hay que determinar a quién beneficia y cual podría ser su posible móvil.

La mentira se torna más creíble, a pesar de su endeblez, por la magia de la televisión donde la inmediatez y la ausencia total de análisis hacen que lo burdo se transforme en plausible y ahí la jodimos: ya se cuentan por millones los que creen que el famoso borrador (o los cuatro) realmente existen y que la intención del gobierno autoritario y populista de "la" Kirchner es robarle sus dineros al pueblo español y justo ahora cuando más los necesitan para pagarles su diezmo a la banca internacional que es tan insaciable. Quizás muchos españoles se estarán preguntando ¿Cuantos puestos de trabajo más se perderán por culpa de esta señora? ¿Cuantos españoles más no podrán pagar sus hipotecas y quedarán en la calle?: Algo muy duro y dramático hay que hacer para impedirlo, bla, bla, bla.

Está claro, por lo menos para mí y para muchos otros, que todo el entuerto se trata de una gran operación mediática montada para beneficio de Repsol con la colaboración directa de Clarín y La Nación y de parte de la oposición política con la finalidad de contaminar de entrada cualquier discusión seria sobre el destino de la actual empresa Repsol-YPF.

El tema excede el marco de esta nota pero baste decir aquí que todo país tiene derecho a administrar sus recursos como mejor le parezca y que solo está obligado, en el caso de existir acuerdos previos a respetarlos en bien de las relaciones y la legalidad internacionales. Ni más ni menos. Lo sucedido no tiene la entidad suficiente para modificar estos hechos. La Argentina no está conforme con los resultados obtenidos de un acuerdo firmado por otro gobierno, aunque sea del mismo signo político, en los años ´90 y quiere modificar una situación que objetivamente perjudica sus intereses. La solución solo puede venir de una discusión abierta, madura y sensata entre las partes involucradas: la empresa privada Repsol y el Gobierno Argentino. El Estado español no es parte directa involucrada, aunque sin duda sea una parte legítimamente interesada y su visión sobre el tema deba ser tenida en cuenta.
Repsol no representa a España y mucho menos al pueblo español. Eso pudo ser así en el pasado. Hoy es una empresa privada más, guiada en su relación con nuestro país por el beneficio empresarial como única y excluyente meta.

Cuando estaba escribiendo esta entrada la presidenta Cristina Kirchner anunció en cadena nacional el envío de un proyecto de ley declarando de interés nacional las reservas descubiertas y por descubrirse de hidrocarburos (aquí el texto completo). Dispuso además mediante un decreto de necesidad y urgencia la intervención estatal de la empresa Repsol-YPF y designó interventor al ministro de planificación federal Julio de Vido con la asistencia del viceministro de economía Axel Kicilof. La presidenta explicó, además, con lujo de detalles las razones que la llevaron a tomar esta drástica determinación.
Esta es una decisión largamente esperada por diversos sectores de la sociedad y, además, impuesta por las circunstancias actuales. Hasta este momento la Argentina era el único país de América que no tenía el dominio sobre sus recursos hidrocarburíferos. El proyecto de ley propone expropiar a la empresa Repsol el 51% de las acciones (de tipo B) que ésta posee y que este paquete accionario que le da al Estado nacional el control de la empresa permanezca bajo control estatal (Nación y Provincias).
La respuesta de las bolsas internacionales no se hizo esperar, la cotización de las acciones en la bolsa de NY de la ex Repsol-YPF cayeron en un 19%.
Seguramente la empresa española pretenderá que se le pague el valor que tenían las acciones antes de que se produjera el deterioro actual o lo que es lo mismo el valor más alto posible. Sobre este valor de las acciones seguramente se darán las negociaciones. La expropiación en sí es ya un hecho irreversible. Repsol-YPF ha dejado de existir y resurgió YPF, en principio como empresa mixta estatal y privada, siguiendo, según lo dicho por la presidenta, el modelo de Petrobrás, la petrolera brasileña.

En realidad la situación es muy simple: Si a Repsol, empresa española, no le interesa la Argentina y en los hechos al no invertir en exploración y solo extraer el crudo existente es lo que está demostrando a la Argentina no le conviene ni le interesa seguir teniéndola como socio. Por supuesto que esta situación puede dar lugar y muy probablemente así será, a excesos de nacionalismo barato en los medios y en parte de la opinión pública española ciertamente desinformada de la real situación. Es de esperar que con el tiempo estos malestares se aplaquen. Todavía hay en nuestro país operando numerosas y muy importantes empresas españolas a las que no les debería afectar este conflicto varias veces anunciado y plenamente justificado.

bastadeodio

domingo, 15 de abril de 2012

¿Y tú, en que bando estás?

¿Commodities o recurso estratégico?
Hace unos días, antes que estallara en los medios -mucho más que en la realidad- el llamado conflicto de Repsol-YPF publiqué una entrada titulada "¡Viva la Pepa! y los modernos maturrangos". Un escrito, quizás un poco largo pero que la intención lo ameritaba, que trataba de trazar un cierto paralelismo histórico entre la situación de las colonias españolas en América en los años iniciales del siglo XIX inmediatamente previos a la independencia y la actual situación por la que pasa el subcontinente. Hoy, 15 de abril, el diario Página12 publica una nota escrita por Atilio Borón que apunta a destacar lo mismo que se decía en el post con respecto al recordado José María Aznar. La postura de modernos maturrangos de los funcionarios del derechista gobierno español que amenazan a la Argentina como si se tratase de una actual colonia en rebeldía y no de un país soberano. Muy acertadamente Atilio señala en su nota que estas actitudes:  "son un oportuno recordatorio de que, lamentablemente, las peores tradiciones del colonialismo español siguen vivas y regurgitan cada vez que sienten que alguna de sus antiguas colonias se aparta del curso de acción fijado por la antigua metrópolis".

Una de las cosas que me interesaba destacar en ese escrito es que las oligarquías criollas de ese entonces no eran en su posición respecto a España para nada homogéneas. Había quienes querían el libre comercio pero rechazaban la independencia política, eran liberales en lo económico y monárquicos en lo político. Había quienes rechazaban al dominio español pero aceptaban de buen grado al inglés o al francés. El establishment criollo de la época estaba cruzado por profundas divisiones, económicas, políticas e ideológicas y no solo con respecto a la metrópoli sino que también existían conflictos de intereses entre las provincias y regiones que conformaban el vasto imperio español el que se hallaba en un franco proceso de decadencia que, para esa altura, llevaba más de un siglo.

Por supuesto no es que la historia tienda a repetirse, como dice la canción, sino que la mera comparación permite poner de manifiesto algunas constantes. Constantes que, a su vez, ponen en blanco sobre negro las razones profundas, ancestrales, de algunos posicionamientos actuales.

La Argentina hoy es un país soberano, una república, federal y democrática en su forma de gobierno y está gobernada por una presidenta y una coalición de fuerzas políticas que ve a la gran unidad latinoamericana como una de las tareas prioritarias heredadas de aquellas luchas exitosas por la independencia.
La otra gran tarea inconclusa es la lucha por la justicia social, por la felicidad del pueblo, porque nuestras sociedades sean capaces de brindar a todos y a todas por igual las oportunidades para realizar sus sueños. Pero esta última, por su naturaleza, es una tarea de muy largo aliento en la cual durante la última década se han producido grandes mejoras aunque éstas aún sean insuficientes. Ambos objetivos están estrechamente relacionados el uno le da fuerza y legitimidad al otro.

Esto no ha ocurrido solo en nuestro país, ni tampoco éstos son los únicos objetivos, pero sí los principales. Si se mira al conjunto de los pueblos de Sudamérica -hoy- se puede advertir la coincidencia -no siempre de los gobiernos- en tres objetivos fundamentales para este siglo XIX: La defensa de los derechos humanos, pasados y presentes, la independencia económica y la soberanía política de las naciones y de la región con respecto a los grandes centros del poder mundial. Y es nuestra experiencia pasada y reciente las que nos alienta a aspirar a estas metas.

Son objetivos enormes y, en gran medida, son los mismos que animaron a los líderes de la independencia: San Martín, Bolívar, Martí y Artigas, entre otros.

El notable crecimiento económico logrado en esta última década por la región alienta las esperanzas de un futuro mejor para nuestros pueblos pero para que eso suceda se deben dejar atrás definitivamente las rémoras de subordinación, dependencia y liberalismo que dominaron las ultimas dos décadas del siglo pasado.

España y Europa toda, lo mismo que los EEUU siguen en la misma senda neoliberal iniciada en los ´80s. Quizás a España, Portugal, Grecia y algún otro país, especialmente del este, les convenga recorrer otra senda, pero no es fácil, la eurozona se transformó en una telaraña que los tiene atrapados y de la cual es muy difícil escapar. El caso de Islandia es diferente y muy interesante, a pesar de la escasa relevancia en términos comparativos de su economía, y merece un tratamiento aparte.
En lo que respecta a los países en desarrollo lo que hay que comprender es que la antigua dicotomía de los siglos XIX y XX: liberación o dependencia, no forma parte del pasado como nos quieren hacer creer, sigue vigente aunque adopte formas nuevas, diferentes, en un mundo que, nos guste o no, ya no es bipolar como el de la guerra fría, sino que a pesar de ser fuertemente unipolar muestra una incipiente multipolaridad que puede ser aprovechada.

Si nuestras sociedades aspiran a vivir con los mismos hábitos de consumo de los países llamados desarrollados -y este parece ser, en general, el caso- el resultado se conoce de antemano y es el mismo que sufrieron nuestros antepasados. Estaremos condenados a consumir los productos que ellos elaboran y a cambio, ofrecerles a bajo precio nuestros recursos naturales. El esquema económico del coloniaje en el cual apenas se ha substituido -y no siempre- la amenaza de la espada por las sanciones legales y económicas.

Solemos ver a las tecnologías y a sus productos como neutrales frente a las ideologías y a los sistemas de dominación, pero esto está lejos de ser así. El desarrollo de las industrias metalmecánica y la química y de los consumos asociados a ellas (transporte, plásticos, vestimenta, alimentación, electrodomésticos) fueron la base del predominio de ciertas naciones sobre otras durante los siglos XIX y XX.

Es más, esas mismas naciones que emergen victoriosas de la segunda guerra, son básicamente las mismas que guían el desarrollo de las nuevas tecnologías las que les posibilitarán en el siglo XXI perpetuar-con algunos cambios internos- su posición ventajosa.

No existiría la globalización, ni el predominio del capital financiero sobre el industrial (el trabajo) sin la base material que le aportan la informática y las telecomunicaciones (incluido el dominio de las tecnologías espaciales).

Mucho se ha escrito con respecto a que, en su estado actual, el mundo no soporta que el estilo de consumo de los países desarrollados se extienda al conjunto de las naciones, no solo porque los recursos son limitados sino también porque este estilo de vida genera una enorme cantidad de contaminación ambiental. Pocos a esta altura discuten esta conclusión. Pero muchos menos los que sacan de ello las debidas consecuencias.

La "solución" que los países desarrollados se ofrecen a sí mismos y al resto del planeta es un neocolonialismo que propone que el mundo subdesarrollado controle sus expectativas consumistas, adopte una vida más modesta (no toda la población, siempre hay una minoría que puede vivir como lo hacen en NY, Londres o París, ya que esto es necesario para que el sistema funcione) y nos limitemos a proveerlos de recursos humanos, minerales, energéticos y alimentarios, baratos y a aceptar que se instalen en nuestros países en condiciones legales de casi extraterritorialidad sus industrias más contaminantes.
La excusa moral suele ser la preservación del medio ambiente pero el objetivo real es preservar el status quo y que los recursos básicos mundiales queden bajo su control. Si controlan nuestros recursos controlan nuestro destino. Si pueden decidir que vamos a producir y que no, a quiénes les vamos a vender y a quienes no, con quién podemos unirnos y con quién no, estamos -aunque nos separen doscientos años de tiempo- en similar situación a la que se hallaban nuestros patriotas criollos de la independencia.

Y las mismas discrepancias entre criollos patriotas y criollos cipayos se reproducen al interior de nuestras sociedades. Hay quienes siguen siendo aliados incondicionales de las metrópolis y, como gozan de plena libertad de expresión (tanto que en algunos casos se han hecho con el control casi monopólico de los medios de comunicación), no tienen temor alguno en mostrar de qué lado están frente a todas y cada una de las alternativas que enfrentan a los intereses nacionales con los de algún país o bloque extranjero que forma parte de ese gran círculo áulico de naciones "modelo".

Puede tratarse de temas como Malvinas y los Kelpers, de Iberia y Aerolíneas Argentinas, de Repsol e YPF. Los buenos siempre son ellos y los malos siempre aquellos que defienden el interés nacional.

Por ejemplo, el sábado 14 de abril La Nación tituló tipo catástrofe:

"La pelea por el petróleo / Reacción sin precedente del gobierno de Rajoy
España amenaza con una ruptura de relaciones por YPF
Lo advirtió el canciller después de convocar al embajador argentino; pide apoyo a EE.UU. y a la UE."

Vamos, casi estamos al borde del inicio de las hostilidades.

En cambio el diario El país del mismo día le destina mucho más importancia a la caída del rey en una excursión de caza por África; y del caso Argentina-Repsol solo refiere a las últimas declaraciones del ministro de industria del gabinete Rajoy el mismo que hace un par de días amenazó con "consecuencias", quien dijo:

"Soria, sobre Repsol-YPF: "Las cosas parece que se encauzan"
El ministro de Industria asegura que las conversaciones avanzan para evitar la posibilidad de intervención del Gobierno argentino en la petrolera YPF, filial de Repsol."

En qué quedamos, ¿las "cosas" se encauzan o vamos a la "guerra"?.

Lo que seguramente ocurre es que La Nación persigue sus propios y mezquinos intereses los que naturalmente no coinciden con los de nuestro país. Este diario es un caso interesante de cipayaje en el cual se mezclan y no por casualidad, sus constantes ideológicas históricas con un odio visceral a todo lo que huela a populismo en el poder, con sus intereses económicos concretos y actuales que ven amenazados por el gobierno kirchnerista frente al cual no encuentran salida. Y esa combinación parece resultar letal, los tiene desbocados actuando como una usina golpista y haciendo a un lado toda otra consideración.

Pero hay muchas cosas, mal que les pese, que están cambiando y para bien. Nuestros pueblos están adquiriendo una renovada consciencia de sí mismos y los gobiernos los acompañan. Los cipayos son cada vez más pocos y poseen menos poder. La unidad latinoamericana está hoy mucho más cerca de alcanzarse de lo que lo ha estado nunca, incluso mas allá de diferencias políticas, lo que es un signo muy importante y novedoso. A pesar de ello estos contumaces no quieren verlo y se colocan del lado incorrecto y al hacerlo no dudan hasta en contradecirse a sí mismos. Escucharlo a Santos afirmar que la actual Reunión de presidentes de Latinoamérica debe ser la última en la que esté ausente Cuba y reclamar por el fin del "anacronismo" del bloqueo a la isla y decírselo en la cara a Obama es todo un símbolo de los nuevos tiempos. Salvo EEUU y Canadá que se oponen al ingreso de Cuba y al fin del criminal bloqueo, el resto de los países de la región (33 países contra dos) están decididamente a favor. Sin embargo La Nación, desconociendo este hecho, que no es solo cuantitativo, titula:
"La ausencia de Cuba divide a la región"
Y aclara(?): "la mayoría de los 29 jefes de Estado asistentes dejaron en soledad a Barack Obama", omitiendo decir de manera engañosa que los presidentes de Ecuador y Nicaragua directamente no asistieron por oponerse a la ausencia de Cuba.

En fin, para La Nación y otros medios locales y foráneos asociados al golpismo mediático, el Chile del liberal Piñera es una maravilla, pero si apoya a la Argentina en el tema Malvinas, lo ocultan. Santos de Colombia es un estadista porque lo suponen liberal, pero si visita con deferencia a Castro y se muestra partidario del final de la exclusión de Cuba, también lo ocultan o minimizan. Al comandante Chávez lo consideran casi la misma encarnación de todos los demonios. No pueden tolerar que el rumbo que toman nuestros países los aparte del seguidismo obsecuente a los designios de las potencias extranjeras en particular de los EEUU. Allá ellos. Por eso cabe preguntarse:

¿Y tú, en que bando estás?,

del lado de los libertadores del continente, del lado de la unidad de los pueblos de Latinoamérica, del lado de la defensa de la soberanía y la independencia, del lado de la defensa de nuestras tradiciones y estilo de vida, del lado de la preservación de nuestros recursos naturales y la preservación del medio ambiente o del otro, el de ellos, que ha arruinado a nuestras naciones durante doscientos larguísimos años y ha significado el hambre, la miseria y la humillación para nuestros pueblos. Hay que decidirse.

bastadeodio                                                                   

viernes, 13 de abril de 2012

MONSTRUOS

La Solución Final, también conocida como Solución final al problema judío (Endlösung der Judenfrage, en alemán), es el nombre del plan de la Alemania nazi para ejecutar el genocidio sistemático de la población judía europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Su puesta en práctica, conocida posteriormente como Holocausto o Shoah, supuso la deportación sistemática y exterminio posterior de toda persona clasificada como étnicamente judía, con independencia de su religión. El término fue acuñado por Adolf Eichmann, el carnicero nazi que supervisó la campaña, a la que antes se denominaba con el eufemismo de reinstalación.

Para ejecutarla el régimen nazi construyó instalaciones llamadas campos de concentración y exterminio y dispuso dentro de ellas unos dispositivos, que bien se pueden calificar de industriales (en su construcción trabajaron importantes firmas alemanas de ingeniería que indudablemente conocían su finalidad), de exterminio (normalmente cámaras de gas) lo que finalmente llevaba -mediante la cremación- a la destrucción total de los cuerpos.
No ocurría lo mismo con las pertenencias de las víctimas. Las pocas que aún conservaban -ya que la mayoría de sus bienes les habían sido "confiscados" -en realidad robados en el momento de su detención- eran cuidadosamente clasificados bajo el control de Oswald Pohl (Director de la Oficina de Economía y Administraciòn de las SS) para luego ser reparados por los propios prisioneros y vendidos en el mercado o entregados a funcionarios o colaboradores del régimen.

Videla, preso en Campo de Mayo y condenado por crímenes de lesa humanidad, con la colaboración de un autotitulado periodista, Ceferino Reato, publica un libro cuyo solo título produce escalofríos. Pero no es casual, de eso se trata.

El título es Disposición Final. Por supuesto que La Nación, Clarín y Perfil se han encargado, entre otros, de su difusión. En los tres medios se transcribe una muy similar nota de prensa, que merece ser calificada de "gacetilla" esas notas breves que se utilizan para difundir un evento o presentación.

Supuestamente Videla reconoce en el libro el plan sistemático de eliminación "sin dejar rastros" de -dice- siete u ocho mil personas:

No había otra solución; estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra contra la subversión y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta”...“Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas” y que había, además, que disponer la completa desaparición de sus cuerpos “para no provocar protestas dentro y fuera del país. Cada desaparición puede ser entendida ciertamente como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte”.

Y aclara: “La frase ‘Solución Final’ nunca se usó. ‘Disposición Final’ fue una frase más utilizada; son dos palabras muy militares y significan sacar de servicio una cosa por inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una ropa que ya no se usa o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final”.

Las desapariciones se dan luego de los decretos del presidente interino Ítalo Luder (peronista, casi seis meses antes del golpe), que nos dan licencia para matar. Desde el punto de vista estrictamente militar no necesitábamos el golpe; fue un error”. Sin embargo agrega:

Nuestro objetivo (el 24 de marzo de 1976) era disciplinar a una sociedad anarquizada. Con respecto al peronismo, salir de una visión populista, demagógica; con relación a la economía, ir a una economía de mercado, liberal. Queríamos también disciplinar al sindicalismo y al capitalismo prebendario”.

Desde el punto de vista exclusivamente militar el golpe del 24 de marzo fue para Videla un error, no era necesario para hacer el trabajo que pensaban hacer y cuyos planes estaban preparados minuciosamente desde varios meses antes del decreto de Luder. Planes que incluían listas de personas a ser secuestradas, torturadas y desaparecidas. Listas que -indica- fueron elaboradas con la colaboración de numerosas autoridades de instituciones civiles (gubernamentales, sindicales, empresarias, eclesiásticas, educativas).

Videla concluye según esta "gacetilla de prensa" publicada por los matutinos: "Dios sabe lo que hace, por qué lo hace y para qué lo hace. Yo acepto la voluntad de Dios. Creo que Dios nunca me soltó la mano".

Videla es católico y practicante, como muchos de los jerarcas del régimen y sus aliados civiles. El plan de genocidio no podría haberse ejecutado jamás sin la aquiescencia de las más altas autoridades de la Iglesia Católica. Esa no es una inferencia, es un hecho.
Los detalles del plan requirieron de la imprescindible colaboración civil.
El golpe del 24 de marzo no fue "un error" como lo califica, aún con la restricción del agregado "militar", fue un imperativo para hallar en los empresarios el apoyo necesario para los planes de construir "una economía de mercado, liberal", de la cual estos mismos empresarios -como por ejemplo, Clarín y La Nación, entre otros- serian los principales beneficiarios. Martinez de Hoz es el Oswald Pohl y, a la vez, el  Albert Speer del llamado proceso de reorganización nacional.
El párrafo más esclarecedor -a mi modo de ver- sobre la degradación, la deshumanización que Videla comparte con otros genocidas de la historia -y que los convierte a todos en monstruos- es cuando él reduce la significación de la persona humana a la de una cosa, por ejemplo, cuando la compara con "una ropa que ya no se usa o no sirve porque está gastada".

Lo cierto es que no hay pez que por su boca no muera.

bastadeodio                                                                  

sábado, 7 de abril de 2012

Viva La Pepa y los modernos maturrangos

Mapa de Sudamérica Unida
La Martín Güemes (chacarera - fragmento)

Chacarera, chacarera
de la libertad,
ya se van los maturrangos
qué gusto me da...

No queremos que nos manden
la reina ni el rey,
somos libres si tenemos
la patria por ley.

Letra: León Benarós
Música: Adolfo Ávalos

Maturrango: (castellano) se dice de un mal jinete (o de un mal caballo) y, por extensión, de un hombre torpe. Era el término despreciativo con el que los criollos se referían a los españoles en los tiempos de las luchas por la independencia en el Río de la Plata.

A los españoles se les daban distintos apodos según las regiones. En México se los llamaba gachupines (del náhuatl cactzopin: el que pica con los zapatos) nombre dado en referencia a las espuelas que usaban los españoles. También se los denominaba chapetones.

A los descendientes puros de los españoles -pero nacidos en América- se los denominaba, en cambio, criollos. 

José de San Martín
Las enseñanzas de la historia:

El 13 de marzo de 1819, San Martín expresa en carta al caudillo oriental José Gervasio de Artigas su preocupación por la guerra civil declarada entre Santa Fe, la Banda Oriental y Buenos Aires:

Me hallaba en Chile acabando de destruir el resto de maturrangos que quedaban como se ha verificado e igualmente aprontando los artículos de guerra necesarios para atacar a Lima, cuando me hallo con noticias de haberse roto las hostilidades por las tropas de usted y de Santa Fe contra las de Buenos Aires. (…) Cada gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega al corazón. Paisano mío, hagamos un esfuerzo, transemos todo, y dediquémonos únicamente a la destrucción de los enemigos que quieran atacar nuestra libertad. No tengo más pretensiones que la felicidad de la patria. En el momento que ésta se vea libre renunciaré el empleo que obtenga para retirarme; mi sable jamás se sacará de la vaina por opiniones políticas…

El mismo día, 13 de marzo de 1819, también se dirige a Estanislao López, gobernador de Santa Fe, intentando conciliar las desavenencias internas:
Unámonos, paisano mío, para batir a los maturrangos que nos amenazan: divididos seremos esclavos: unidos estoy seguro que los batiremos: hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares y concluyamos nuestra obra con honor. La sangre americana que se vierte es muy preciosa y debía emplearse contra los enemigos que quieren subyugarnos. El verdadero patriotismo, en mi opinión, consiste en hacer sacrificios: hagámoslos, y la patria, sin duda alguna, es libre, de lo contrario seremos amarrados al carro de la esclavitud. Mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas. (…) Transemos nuestras diferencias; unámonos para batir a los maturrangos que nos amenazan y después nos queda tiempo para concluir de cualquier modo nuestros disgustos en los términos que hallemos por convenientes sin que haya un tercero en discordia que nos esclavice”.

Artigas: Protector de los Pueblos Libres
Las revoluciones por la independencia en hispanoamérica fueron repentinas, violentas y universales. Cuando en 1808 España colapsó ante la invasión de Napoleón, dominaba un imperio que se extendía desde California hasta el cabo de Hornos, desde la desembocadura del Orinoco hasta las orillas del Pacífico, el ámbito de cuatro virreinatos, el hogar de diecisiete millones de personas. Solo quince años más tarde España solamente mantenía en su poder Cuba y Puerto Rico, y ya proliferaban las nuevas naciones. La independencia, aunque precipitada por una serie de eventos externos, como veremos fue la culminación de un largo proceso en el cual latinoamérica cobró progresiva independencia de la metrópoli.
Esta creciente conciencia de sí movió, por ejemplo, a Alexander van Humboldt a observar:
"Los criollos prefieren que se les llame americanos; y desde la Paz de Versalles, y especialmente desde 1789, se les oye decir muchas veces con orgullo: ´Yo no soy español; soy americano´, palabras que descubren los síntomas de un antiguo resentimiento".

A finales del siglo XVIII hispanoamérica ya se había emancipado, de hecho aunque no en lo formal, de su dependencia de España. Desde los comienzos de ese siglo los criollos de las distintas provincias comerciaban activamente entre sí y con otras potencias extranjeras como Gran Bretaña y Francia. Esto tuvo profundas consecuencias en la estructura económica y en la distribución de la riqueza que afectaron tanto a las burguesías criollas como a los intereses de la metrópoli. Entre otras cosas había surgido en las colonias una incipiente industria que sustituía muchas de las manufacturas españolas.

Fue en contra de esta burguesía criolla, en una búsqueda por recuperar el control perdido, que se producen los cambios institucionales y políticos que caracterizan a los finales del siglo XVIII. Las palabras: liberalización, modernización, encubren el verdadero objetivo: Detener esa la primera emancipación, éste era el objetivo del nuevo imperialismo de Carlos III (1759-1788). Es cierto que España estaba preocupada por el equilibrio del poder colonial en las Américas, por la penetración y expansión británica, por la preponderancia de los extranjeros en el comercio hispanoamericano. Pero éstas eran consideraciones secundarias. La nueva legislación que acompañaba al programa de modernización tenía poco que ver con los extranjeros y en cambio mucho que afectaba a los propios súbditos de España. El principal objetivo -aunque no declarado- no era expulsar a los extranjeros sino controlar a los criollos.

La autosuficiencia de las colonias americanas fue percibida como un serio peligro por las autoridades españolas. Claramente identificaban a la dependencia económica como la condición básica de la unión política. Estas opiniones fueron resumidas en 1778 por Gil de Taboada, virrey del Perú, que se congratulaba del crecimiento del comercio y de la baja de los precios que produjeron los cambios comerciales decretados por Carlos III, especialmente el notable ascenso de las importaciones en la colonia y el consiguiente daño para las industrias peruanas. "La seguridad de las Américas -decía- se ha de medir por la dependencia en que se hallan de la metrópoli, y esta dependencia está fundada en los consumos. El día que contengan en sí todo lo necesario, su dependencia sería voluntaria."

Mapa del mundo hispano
No debe ser causar entonces sorpresa que en las colonias las reformas de Carlos III fueran muy resistidas por las burguesías criollas y que, en definitiva, encontrasen muchas dificultades para su implementación. El llamado, en esa época, liberalismo era considerado en nuestras tierras como una amenaza. Las manufacturas y productos americanos que reemplazaban a los similares españoles dejaron de estar protegidos. El entonces virreinato del Río de la Plata era un ejemplo. Los textiles de Tucumán sufrieron un retroceso ante las importaciones españolas que ingresaban a través de Buenos Aires. La industria vinícola de Mendoza se veía perjudicada por una combinación de elevados impuestos y competencia de España. Mendoza se quejaba de las "tiranas gabelas", de su situación de "feudataria de Buenos Aires", y pedía a España que detuviera la exportación de su vino al Rio de la Plata, cosa que obviamente no sucedió.

Sin embargo, en buena medida la política impulsada por los borbones fundó las bases de lo que sería al final la causa de su casi completa derrota en estas tierras. Uno de los elementos fundamentales fue que, acosados por las dificultades económicas, permitieron y estimularon dándoles rango militar la creación de las milicias criollas. Como consecuencia, sus miembros fueron admitidos en el fuero militar, una privilegiada condición que extendía a los criollos los derechos e inmunidades que ya gozaban los militares españoles, especialmente la protección de la ley militar con el consiguiente detrimento de la jurisdicción civil.
Los criollos no sólo adquirieron un nuevo fuero, sino también un sentido de la identidad militar y de confianza, nacidos del conocimiento de que la defensa del lugar de su nacimiento estaba en sus manos.
España contribuyó a modelar una armada que finalmente sería utilizada contra ella. En el Río de la Plata en 1806-1807 un ejército criollo derrotó a los invasores británicos y consolidó las bases de un poder militar local que posteriormente sirvió para derrocar en 1810 al virrey.

Esta parte -comparativamente retrasada- de los dominios españoles experimentó tardíamente su primer desarrollo económico cuando surgió una incipiente actividad ganadera, dispuesta a ampliar la exportación de cueros y otros productos animales a los mercados del mundo.
Desde 1778 las casas mercantiles de Cádiz con el capital y los contactos necesarios se aseguraron un firme control del comercio de Buenos Aires y se interpusieron entre el Río de la Plata y Europa. Pero en la década de 1790 fueron desafiados por comerciantes porteños, que buscaban concesiones de trata de esclavos y a la vez permisos para exportar cueros. Empleaban sus propios barcos y capitales y ofrecían mejores precios por los cueros que los mercaderes de Cádiz, favoreciendo con ello a los estancieros. Estos formaban un tercer grupo de presión, hasta entonces pequeño y poco importante, pero aliado de los comerciantes criollos contra los monopolios españoles.

Esos intereses porteños tenían portavoces como Manuel Belgrano, Hipólito Vieytes y Manuel José de Lavardén.
Lavardén, hijo de un funcionario colonial, hombre de letras, estanciero de éxito, redujo el programa económico de los reformadores porteños a cuatro peticiones básicas: comerciar directamente con todos los países, obteniendo así importaciones de fuentes más baratas; poseer una marina mercante propia e independiente; exportar los productos del país sin restricciones; expansionar la agricultura y la ganadería mediante la distribución de la tierra a condición de que el que la reciba trabaje la concesión.

Pero no resultaba tan sencillo, los intereses económicos en América no eran homogéneos: había conflictos entre las distintas colonias y en el seno de las mismas. Y la emancipación no era simplemente un movimiento por la libertad de comercio. Pero sí existía un consenso, era el deseo de un gobierno que cuidara de los intereses americanos aunque ello se limitara a proteger la libertad y la propiedad. Y los americanos eran cada vez más escépticos sobre la posibilidad de que España se lo pudiera proporcionar.

La realidad era que la riqueza de las burguesías criollas se basaba en la explotación desenfrenada de las clases bajas populares y este era un sistema de opresión que también era puesto en riesgo por las reformas borbónicas. Cuando en 1808 se produce la invasión napoleónica y el colapso de la monarquía española, los criollos no podían permitir que se prolongara el vacío político; actuaron rápidamente para anticiparse a la rebelión popular: tuvieron que escoger la independencia no sólo para tomar el poder de España, sino, sobre todo, para impedir que lo hicieran los pardos (clases bajas o los primigenios "cabecitas").

Simón Bolívar
Simón Bolívar tenía claro el dilema que sobreviviría a la independencia política: "Un inmenso volcán está a nuestros pies. ¿Quién contendrá las clases oprimidas? La esclavitud romperá el fuego: cada color querrá el dominio".

Poder político, orden social: ésas eran las exigencias básicas de los criollos. Al mismo tiempo que los americanos empezaban a negar la nacionalidad española se sentían conscientes de las diferencias entre si mismos, porque incluso en su estado pre nacional las distintas colonias rivalizaban entre si. E incluso este débil sentido de la identidad se limitaba a los criollos. Bolívar lo expresó con mucha claridad:

"[...] no somos europeos, no somos indios, sino una especie media entre los aborígenes y los españoles. Americanos por nacimiento, y europeos por derechos, nos hallamos en el conflicto de disputar a los naturales los títulos de posesión y de mantenernos en el país que nos vio nacer, contra la oposición de los invasores [españoles]; así, nuestro caso es el más extraordinario y complicado."

La variedad geográfica natural reforzó las divisiones impuestas por el hombre. La dificultad de las comunicaciones separaba más a cada colonia de la otra. Los borbones mejoraron los caminos, los servicios postales y las comunicaciones marítimas del imperio, pero los obstáculos naturales, los formidables ríos, llanuras y desiertos, las impenetrables selvas y montañas de América eran demasiado grandes para vencerlas. Los viajes eran largos y lentos. Se tardaba cuatro meses por mar entre Buenos Aires y Acapulco, y el regreso era todavía más lento. El viaje por tierra desde Buenos Aires a Santiago, cruzando pampas y cordilleras, costaba dos agotadores meses. Si alguien era lo bastante temerario para viajar desde Buenos Aires a Cartagena por tierra se enfrentaba con un viaje a caballo, mula, carros y transportes fluviales vía Lima, Quito y Bogotá, que le tomaba nueve meses.

El colapso español y la independencia:

Carlos IV y familia, pintados por Goya
La oportunidad para la completa independencia llegó en 1808, cuando la crisis del gobierno en España deja a las colonias sin metrópoli. El final fue rápido, aunque la agonía precedente, prolongada. Antes de la catástrofe final, España sufrió dos décadas de humillación, cuando el programa de reforma y renacimiento de Carlos III desembocó en un renovado declive y una nueva dependencia. Sorprendida por la Revolución francesa, impotente ante el poder de Francia, España fue cayendo de crisis en crisis. Desde 1796 España fue arrastrada a las guerras de Francia en calidad de satélite, forzada a subvencionar a su imperial vecina y a sacrificar sus intereses propios. Lo peor estaba por llegar. Cuando, en 1807-1808, Napoleón decidió acabar con el simulacro e invadir la península, los borbones no tenían tenían forma de oponerse. En marzo de 1808, Carlos IV abdicó en favor de su hijo, Fernando. Los franceses luego ocuparon Madrid, y Napoleón indujo a Carlos y a Fernando a ir a Bayona para conversar (?). Allí, el 5 de mayo de 1808, forzó a ambos a abdicar y al mes siguiente proclamó a José Bonaparte, su hermano mayor, rey de España y de las Indias Occidentales.

"El 2 de mayo de 1808", también de Goya
En España el pueblo llano empezó a combatir valientemente por su independencia y los liberales, en cambio, a preparar una constitución para controlarlo. Las juntas provinciales organizaron la resistencia a Francia, y en septiembre de 1808 se formó una junta central, invocando el nombre del rey y, desde Sevilla en enero de 1809, ésta promulgó un decreto diciendo que los dominios españoles en América no eran colonias, sino parte integrante de la monarquía española con derechos de representación.
Pero cuando las fuerzas francesas entraron en Andalucía, en enero de 1810, la junta se disolvió, dejando en su lugar a una regencia de cinco personas con mandato para convocar unas cortes donde estuvieran representadas tanto España como América.

Sin embargo, los liberales españoles no eran menos imperialistas que los conservadores. Las Cortes de Cádiz promulgaron la constitución de 1812, que declaraba a España y América una sola nación. Pero, aunque a los americanos se les garantizaba una representación, se les negaba una representación igual que a los peninsulares, y aunque se les prometían reformas se les negaba la libertad de comercio.

Los americanos tuvieron que ocuparse desde entonces de su propio destino. Ya no tenían a los Borbones; no querían a Napoleón y no se fiaban de los liberales. Una vez que se tomaron decisiones autónomas, la independencia cobró impulso, rápidamente. Recorrió el subcontinente en dos grandes movimientos. La revolución del sur fue más rápida, avanzando desde el Río de la Plata, a través de los Andes hasta el Pacífico. La revolución del norte, hostigada más de cerca por España, se desvió desde Venezuela a Nueva Granada y volvió a su lugar de origen. Ambas confluyeron en Perú, la fortaleza de la vieja España en América. Y en el norte, la insurrección mexicana siguió su complejo curso propio: revolución social abortada, prolongada contrarrevolución y victoriosa revolución conservadora. 

La Pepa
La Constitución liberal de 1812 y los maturrangos modelo siglo XXI:

La derecha española está de fiesta -a pesar de la crisis actual que recae sobre las espaldas del pueblo- lo que celebran es el bicentenario de su constitución liberal de 1812, popularmente conocida como "La Pepa", de allí por supuesto, viene la expresión popular Viva la Pepa!. (La Pepa aquí)

Claro que éstos actuales, como aquellos del pasado, usan el término liberalismo con un sentido muy laxo, más vinculado al autoritarismo que al sentido usual del término que está asociado a las libertades y a los derechos individuales económicos y políticos. En fin, lo que proponen -antes y ahora- estos liberales hispanos es: libertad sin restricciones para el gran capital y autoritarismo en lo político con las clases populares. La misma combinación nefasta que practica nuestro "liberalismo" local con el cual guarda parentescos de origen y de prácticas.

El 10 de abril se hace la gran fiesta y, por supuesto, figuran a la cabeza de la celebración el actual gobierno español de Rajoy y el lacayo yanki de José María Aznar -el héroe de Bush- que para no ser menos que los constituyentes de 1812 también posa su mirada crítica y rapaz sobre América Latina, esa que algunos aún siguen llamando Hispanoamérica, como si el tiempo no hubiese pasado y barrido al basurero de la historia su heráldico esplendor.

Así reza la invitación de Aznar a la conmemoración, cito:

Madrid, 28.03.12.- La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales FAES presenta el informe estratégico ‘América Latina. Una agenda de libertad 2012’ el próximo martes 10 de abril, a las 13:00 horas, en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz, coincidiendo con el bicentenario de la Constitución de 1812. En el acto intervendrán el expresidente del Gobierno y presidente de FAES, José María Aznar, que prologa el texto; el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo; el diputado del Partido Popular y director del informe, Miguel Ángel Cortés, y la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez.

¿De qué se trata el informe?. Continúo citando (no hay pez que por la boca no muera):

‘América Latina. Una agenda de libertad 2012’ es una edición actualizada y ampliada del informe sobre la situación y el futuro de la región publicado por FAES en 2007.

Aquel texto promovía la unión de los afines entorno a ideas comunes y proyectos viables de consolidación de la democracia liberal, respeto a las libertades individuales, vigencia del Estado de Derecho, fortalecimiento institucional y economía abierta. Presentado en dieciocho países, el informe se ha convertido desde entonces en un documento de referencia que ha inspirado programas electorales, ha servido de fuente de consulta y ha alimentado el debate en foros académicos y políticos. Con más de 1000 referencias en Google, el informe se ha consolidado como una marca de reconocida relevancia en América Latina.

OPORTUNIDAD HISTÓRICA
‘América Latina. Una agenda de libertad’ apuntaba en 2007 que la región se hallaba ante el dilema de seguir la senda de la libertad, la democracia y la prosperidad u optar por el populismo y la irrelevancia en la escena internacional”. La tesis principal de la nueva versión es que “las luces predominan hoy sobre las sombras en América Latina, que se encuentra ante una oportunidad histórica para consolidar su desarrollo”. A este respecto, el informe asegura que la región “es ahora más próspera y mayoritariamente democrática”, que se ha consolidado “el traspaso pacífico del poder y la alternancia política”, y que “ha conseguido mantener tasas de crecimiento elevadas en un momento de crisis económica y financiera internacional”.

J.M. Aznar en la UADE (2012)
LIBERTAD vs. AUTORITARISMO
Aznar, para quien América Latina es “parte sustancial de Occidente, una prioridad para España y fundamental para el futuro de la libertad, la democracia y el bienestar en el mundo”, matiza además que “si bien la región ha resistido el embate del populismo, que ha retrocedido, escapan a este panorama la dictadura cubana y sus satélites, refractarios a la adopción de reformas e incompatibles con la idea de sociedad abierta”.

En este sentido, el expresidente del Gobierno señala que “la conculcación de los derechos de propiedad, la inseguridad jurídica y el aumento descontrolado de la oferta monetaria” se encuentran entre los motivos que explican el fracaso del ‘socialismo del siglo XXI’ como modelo y que han contribuido a su desprestigio incluso entre sectores de la izquierda. (fin de la cita)

La propia izquierda española no tardó en responderle de una forma que vale la pena resaltar:

"La coalición Izquierda Unida (IU) instó hoy al gobierno español a rechazar un documento sobre América Latina de la ultraconservadora Fundación FAES, dirigida por el expresidente José María Aznar, por su evidente sumisión a Estados Unidos.

El exhorto está incluido en una interpelación del diputado de IU José Luis Centella al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, la cual será registrada el próximo lunes 9 de abril en la mesa del Congreso de los Diputados.

En su requerimiento, Centella le pregunta al jefe de la diplomacia española si su cartera asume los postulados que sobre Latinoamérica formula la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), a través de su informe sobre esta región.

A juicio del dirigente, en ese documento prevalece una retórica antiprogresista e injerencista, con marcada subordinación a la política imperial de la Casa Blanca.

Centella consideró que el trabajo elaborado por la organización que encabeza Aznar, ligada al derechista Partido Popular (PP), ahora en el poder, confunde sus deseos con la realidad.

Presenta una America Latina dividida entre los “malvados” países defensores del socialismo del siglo XXI y aquellos que abrazan el neoliberalismo, cuando el escenario es totalmente diferente, subrayó.

Destacó en ese sentido que la región se encuentra en el momento de mayor integración, acompañado al mismo tiempo de una independencia cada vez más importante respecto a Estados Unidos.

Basta simplemente con ver la lista de visitas de mandatarios latinoamericanos de todos los sectores políticos que visitan a Cuba desde la amistad y de forma especial critican las injerencias norteamericanas en la zona, ilustró.

Como otro ejemplo de ese nuevo escenario, obviado por la FAES, mencionó el reciente cuestionamiento a la exclusión de la isla caribeña de la Cumbre de las Américas, hasta poner en crisis su propia continuidad.

Para el diputado de la tercera fuerza política en votos de España, el informe soslaya el fracaso de las recetas neoliberales que llevaron a la ruina a grandes sectores de la población latinoamericana, políticas que ahora tratan de aplicar en Europa con similares resultados.

En cambio, advirtió, desconoce que ha sido precisamente la integración la que ha permitido a la citada área geográfica afrontar la crisis con menos costes sociales.

Contrastó esa situación con la de la rica Europa, que se ve asolada por el desempleo, la exclusión social y la falta de futuro para millones de jóvenes, fruto de las políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional.

Tratar de enfrentar en estos tiempos a las naciones de América Latina no sólo es una torpeza política, sino que puede tener un serio coste para nuestra economía, avisó el político de izquierda en su interpelación, a la cual tuvo acceso Prensa Latina.

Según su criterio, sería un error de la actual administración del PP pensar que las injerencias propuestas por la FAES para Cuba, Venezuela y el resto de países miembros del ALBA no van a tener efectos, cuando como nunca se impone la solidaridad interregional.

Centella lamentó que en todo el informe no exista una sola palabra sobre las consecuencias del prolongado bloqueo de Washington contra La Habana y tampoco se cite la existencia de la base de Guantánamo, convertida en un centro de tortura para vergüenza de la humanidad.

Estimó que los planteamientos de la organización ultraderechista suponen una confrontación con una zona del planeta con la cual España debe mantener relaciones culturales y económicas, por encima de la opinión que sobre su régimen político cada grupo político tenga.

Desde IU entendemos que el nuevo informe de la FAES pretende situar al Gobierno español como instrumento de confrontación en la región, remarcó.

El diputado pregunta al Ejecutivo de Mariano Rajoy si considera que asumiendo esos postulados, podrá garantizar su declarado deseo de reunir a todos los mandatarios en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, programada para noviembre venidero." (fin de la cita)

Es inevitable recordar al leer el informe de la FAES el editorial del diario El País titulado "Por el mal camino" que fuera reproducido aquí por La Nación con el mismo título. Es posible reconocer en ese editorial-diatriba, completamente irrespetuoso con el gobierno y el pueblo argentino, las ideas "liberales" de la FAES de Aznar. Aunque a primera vista solo parezca que se trata de una reacción "natural" ante el conflicto de intereses puramente económicos que se dan en torno a Repsol-YPF.

Lo que esta gente -de allá y de aquí- no soporta es que actuemos como lo que somos: PUEBLOS-NACION soberanos que eligen de manera republicana, libre y democráticamente como y por quien quieren ser gobernados.

Nada de VIVA LA PEPA, ABAJO LA PEPA!! Y LOS INTENTOS ABSURDOS DE REVIVIRLA QUE BIEN MUERTA ESTA, POR LO MENOS POR ESTOS LARES.

Si querés divertirte y aprender más sobre la pepa te recomiendo ver las 18 razones para decir ABAJO LA PEPA!!, que nos da el profesor FELIX RODRIGO MORA

Aunque tal vez huelgue decirlo, hay una unidad de Latinoamérica y España que pasa por la unidad de sus pueblos, por la independencia de toda nueva forma de colonialismo o paternalismo y por una justa distribución de la riqueza con justicia social, que si defiendo a ultranza, pero no acepto que ella tenga que pasar por el filtro y el control ideológico y político de ningún grupo de iluminados que reivindican antiguas formas de dominación y coloniaje y cuyas ideas van absolutamente a contramano de los verdaderos intereses populares y nacionales.

bastadeodio