Por una Patria Justa, Libre y Soberana

Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

domingo, 11 de noviembre de 2012

Antes y después del 8N, según Rep

Miguel Rep expresa la percepción política fundamental -antes y después- del 8N, aunque su imagen sea cuantitativamente inexacta e históricamente ambigua.

Lo cierto es que existen con claridad desde la segunda mitad del siglo pasado dos proyectos de país, uno mayoritario, democrático e inclusivo y el otro -que últimamente encontró en la calle su modo de expresión más original y menos dañino- que es minoritario, antidemocrático y elitista.

Si bien no hay conciliación posible entre ambos si puede haber una convivencia tolerablemente pacífica, para ello es imprescindible que todos, absolutamente todos, estemos obligados a cumplir con lo que la ley manda, a respetar el veredicto de las urnas y las decisiones legítimas de los poderes del Estado.

Entre el ruido de las cacerolas y el batifondo -previo y posterior- orquestado por los medios de comunicación concentrados, ciertas declaraciones de varios de los dirigentes de la oposición,  realmente muy graves en su significado, pueden pasar desapercibidas para el conjunto de la población.

Ciertamente no van en la dirección de la convivencia pacífica y civilizada las declaraciones hechas por el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, quien afirmó que el 8N "la gente" -que, según él, por el mero hecho del número, representa a la mayoría de la ciudadanía- expresó que quiere un cambio en la dirección que lleva el poder Ejecutivo el cual no puede esperar para concretarse a las elecciones presidenciales del 2015.

Además de que nadie y especialmente los participantes de las marchas opositoras, según él espontáneas, le ha concedido el especial derecho de interpretar sus deseos e intereses más allá de lo que ellos mismos expresan, debería pensar que las críticas por más respeto, diálogo y democracia también le caben especialmente a él quien, por ejemplo, afirma que el parlamento Nacional actúa como una escribanía del gobierno, cuando él mismo ha vetado en solo un período y cuarto de su gobierno 107 leyes dictadas por su propia legislatura, muchas de las cuales tenían el voto positivo de su propia bancada. Su forma de gobernar ciertamente no se basa en el diálogo, el respeto a la división de poderes y la democracia que le reclama a los demás.

Finalmente hay que recordarle al señor Macri que por mandato Constitucional el pueblo argentino no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes, representación que se logra mediante las reglas que fija la misma Constitución y no en la calle. Lo cual no le quita legitimidad a las protestas pero sí exige que los dirigentes políticos las sitúen en el marco institucional que corresponde. Del oportunismo y el pragmatismo como estrategia partidaria no surgen buenos consejos y fácilmente, como vemos, pueden llevar a posturas antidemocráticas y antirepublicanas de este tipo totalmente regresivas.

bastadeodio                                                                  

2 comentarios:

  1. Cristina sigue abusando de la dictadura del número, con más diputados y senadores, saca las leyes que quiere, pero así no vale, se cagan en las minorías... ¡autoritarios!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mancu, lo que tenés es una sobredosis de relato mediático opositor, se cura releyendo en voz alta durante una semana, todas las noches antes de dormir, las veinte verdades justicialistas, seguidas de tres avemarías y un gloria. Por una pronta recuperación, un abrazo

      Eliminar