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miércoles, 28 de noviembre de 2012

La estrategia antinacional de Clarín

¡Qué te pasha Clarín! ¿Estás nerviosho?
Es imposible minimizar el impacto que sobre la estrategia de Clarín -de resistir la aplicación de la Ley de Medios Audiovisuales- tuvo la resolución de la Corte Suprema de establecer como fecha límite de la vigencia de la medida cautelar el 7 de diciembre de 2012.

La primera reacción pública del grupo consistió en afirmar que el 7D "no pasa nada" pero en lo que hace a su conflicto con el gobierno nacional y con las instituciones de la democracia pasó, pasa y pasará aún mucho más.

La estrategia del grupo tiene esencialmente tres patas, una legal, otra mediática y otra política. Naturalmente todas interaccionan y confluyen de forma muy compleja pero se puede intentar separarlas a efectos del análisis.

La legal si bien no está completamente agotada solo le permite -como hizo hasta ahora- ganar tiempo, aunque los tiempos ganados ya no se midan en años sino solo en meses o semanas, incluso menos. Las últimas denuncias penales contra funcionarios del gobierno y periodistas muestran a las claras el agotamiento de esta vía. Incluso pueden ser evidencia de la existencia de discrepancias internas acerca de como enfocar la defensa de los intereses del grupo en su conjunto. Las recientes declaraciones de la SIP, de Adepa y del socio minoritario de Cablevisión apuntan -aunque por motivos diferentes- en ese sentido. El propio Eduardo Van Der Kooy dice, refiriéndose a la "rectificación" hecha por Clarín de esa denuncia y a modo de justificación: "la guerra de nervios cruza todo el escenario y facilita los errores políticos". (El 7D y una sobredosis de tensión innecesaria, título por demás elocuente. Las negritas son de origen)
Una vez en claro que la vía legal en lo administrativo está en lo esencial -la cuestión de fondo de la inconstitucionalidad- prácticamente cerrada en el mediano plazo, solo les quedan las denuncias vía el Código Penal aunque solo sea para embarrar la cancha y, si la justicia les da curso -cosa que está por verse- les permitirá someter a los funcionarios al desgaste de tener que acudir a Tribunales con el impacto mediático que eso pueda tener y aspirando a que tenga consecuencias políticas, aunque no las tenga desde el punto de vista legal.

En este aspecto cuentan con la colaboración -muy importante- de fieles servidores. Por ejemplo, Margarita Stolbizer y una ignota agrupación radical denominada "Radicalismo Joven - Espacio Sub40" presentaron sendas denuncias penales contra Martín Sabbatella por incumplimiento de los deberes de funcionario y abuso de autoridad.
La razón esgrimida es que el Afsca "no aplicó la ley" a aquellos grupos que afirmaron la acataban en los plazos estipulados por ella. Poco importa que el acusado no estuviese en ese tiempo al frente del organismo, poco importa tampoco que el propio Sabbatella explicase las razones que tuvo el gobierno para suspender ese aspecto de la ley mientras tuviese vigencia el amparo del grupo Clarín, poco importa que la oposición no propusiese sus representantes al directorio del Afsca hasta hace un puñado de días. Nada de eso importa lo que importa es dejar en claro que es el gobierno nacional el que discrimina negativamente al grupo Clarín y que el responsable directo de ejercer esa discriminación es Sabbatella. Podría decirse que la mayor parte de la oposición (UCR-FAP-PRO) comparte o por lo menos colabora con esa posición.
Por eso no debe sorprender el silencio manifiesto que hicieron sus representantes más conspicuos frente a la metida de pata tremenda de acusar a periodistas de incitación a la violencia y coacción agravada. Quedaron pagando mal, hasta el propio grupo se vio obligado a recular. Y cuando, como Victoria Donda, salieron a aclarar oscurecieron aún más su posición al no distinguir adecuadamente entre la gravedad del acto de acusar penalmente a un periodista y el de criticarlo públicamente.
A esta altura decir que la oposición política al gobierno nacional da vergüenza ajena es decir poco.

TN, la nave insignia político mediática del grupo se ha renovado por lo menos en su faz estética. Mi impresión general a pocos días de ocurrida la transformación es que han decidido bajar los decibeles estéticos de la crítica, si se me permite la expresión, aunque no cambien ni la sustancia de la misma ni sus objetivos. Es un cambio cosmético que se dirige a exponer una imagen más benevolente, más agradable, menos crispada. Una nueva estrategia de marketing que obedece a la percepción de que aún en ese su campo de excelencia estaban perdiendo terreno.

Por supuesto que en el fondo no preveo ningún cambio, este es un conflicto de largo aliento que solo puede ser resuelto por el pueblo en su conjunto y sus liderazgos políticos por una parte y el grupo Clarín y sus intereses contrarios a la democracia por la otra. Sin embargo, la cadena del miedo y del desánimo como bien la calificó la presidenta es ahora mucho menos nacional y mucho más de Clarín que hace apenas un año atrás. No se callará pero sus voces ya no se repetirán hasta el infinito transformándose en un griterío ensordecedor. La Ley de Medios y la firmeza del gobierno están empujando la realidad en un sentido contrario a los intereses permanentes del grupo. Tarde o temprano tendrán que adecuarse a ello. Aunque muy tenues para conformar una perspectiva ya hay señales. Entre este Clarín y la democracia; el pueblo, la sociedad argentina, tiene cada vez más claro por quien opta.

Si hemos leído bien la realidad de estas últimos semanas el grupo lo ha intentado todo y en todo ha debido retroceder y replantear su estrategia. A pesar del 13S y del 8N. A pesar de todo el apoyo de parte de la oposición parlamentaria que siempre se prestó a sus juegos (como por ejemplo en el Consejo de la Magistratura). A pesar de alimentar la expresión del descontento de un grupo del personal subalterno de las fuerzas de seguridad. Han tratado de desestabilizar y de provocar una reacción represiva y han fracasado porque el gobierno mantuvo la calma y la autoridad. Han tratado de agrandar los supuestos (o reales) errores del gobierno -ignorando la crisis económica y política que estremece al mundo, como si en los conflictos actuales y por venir no hicieren siempre falta dos o más que pugnan- haciéndolo exclusivo responsable de un supuesto deterioro económico social que en la realidad no se ve en la medida en que se lo declara. Y, encima, alegrándose de ello de forma indisimulable.
Es una actitud tremendamente negativa y antinacional que, lamentablemente, es una constante de la vida política en nuestro país. Los intereses sectoriales y excluyentes pugnan por imponerse a como de lugar sobre el conjunto de la sociedad. Aunque haciéndolo se lleven puesto todo. Tal vez en esta oportunidad no suceda nuevamente. En eso estamos.

Mucho se ha hablado, y con razón, de la judicialización de la política y del desplazamiento de los partidos políticos del rol de oposición por parte del grupo Clarín y sus satélites. Ambos son aspectos del mismo problema, la tremenda dificultad que manifiestan los grupos concentrados de poder económico y el liberalismo (conservadurismo) nacional por vertebrar una estructura partidaria y un programa medianamente creíbles que les permita competir con cierta probabilidad de éxito electoral. La verdad es que todos, a "derecha" e "izquierda" del gobierno, dan palos de ciego, armando y desarmando alianzas sin ton ni son y yendo de una derrota electoral a otra. También es cierto que las condiciones regionales y locales no les son nada favorables, pero quizás si bajaran un poco sus expectativas y concedieran un poco más, es decir se hicieran más liberales (o más socialistas, dado el caso) pero en serio, especialmente en lo político social, podrían sortear mejor esta coyuntura. Acostumbrados algunos como están a imponerse por medio de golpes militares o con un accionar que condicione al poder político por fuera del marco democrático no es fácil que esto suceda.

Necesitan, para justificarse, que vivamos de forma permanente como si todos estuviésemos al borde del desastre. Por culpa exclusiva y excluyente del gobierno, claro. Ellos: "son argentinos, no tienen nada que ver, son víctimas". Clarín concentrará sus esfuerzos en hacerse pasar en público por víctima, en espera del cambio en la marea, es el recurso que le queda. Los buitres se quedarán, esta vez, sin su carroña para destripar.

bastadeodio                                                              

8 comentarios:

  1. Vuelva Profe! Lo estamos esperando!

    Abrazo

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  2. Bien ahi Profe! Dos cosas sobre TN. Una, como bien decís, de orden cosmético, qu vino acompañada de una presetanción a nivel nacional, con Lapegüe comiendo empanadas en Salta, Orrego jugando al sega en Chubut y Bebe Contepomi haciendo un pete en Talar de Pcaheco, por citar tres metafóricos ejemplos, que los hubo y en cantidad. Segundo, hace un mes TN lanzó con bombos y polatillos su "alianza" con la TV china, en otro manozato desesperado por instalarse a nivel intercontinental. En fin, de lo que sí no quedan dudas es de que este último round lo perdieron por paliza. Madura el knock out!

    Abrazo profe!

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  3. Gran post, profe.
    No había leído de la denuncia de Stolbizer y los radichetas sub-40 (sub-40 neuronas). Qué manera de arrastrarse. Ya de generar lástima, pasan a generar un fitopaezco asco...

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  4. Profe; nadie más claro que vos para desarrollar esto que nos afecta.
    A veces pienso que si la oposición hubiera ayudado en lugar de conspirar y destruir tendría más confianza y con ello más votos de la gente. Cómo pueden ser tan miopes de insistir en una estrategia que ya los ha hundido.
    Demasiado sometimiento a Clarín. Quien sabe como se entrecruzan los compromisos e intereses, claro.

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  5. Excelente Profe, simple y profundo... Es de 10.
    faltan 8!!!!!!
    Abrazo

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  6. Coincidimos Profe, en el doble (o triple) frente en que Clarin presenta batalla simultáneamente. En el político intitucional han hecho agua el año pasado; en el judicial, entraron en un cuello de botella difícil de superar (aunque todavía tienen oxígeno para seguir dando escaramuzas dilatorias, la cuestión sustancial está en la cuenta regresiva). A mi particularmente me preocupa la articulación de la esfervescencia social que cultivaron cuidadosamente... y me preocupa porque no le veo a esa táctica un horizonte posible en el marco de una salida más o menos institucionalizada. Y eso los puede mover, en la desesperación, a cometer locuras.

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    Respuestas
    1. Bien lo dijiste Rucio: locuras
      Clarín aún es fuerte, sin duda, pero no está solo en el cuadrilátero, enfrente tiene a un peleador con más pegada que técnica y eso al público le gusta, tendrá que acomodar su estrategia a ese hecho y aceptar que sus tácticas de combate han fracasado y que el K.O. ya se le escapó. La pelea sigue y, según lo veo, gana la democracia y la libertad de expresión, por puntos claro, pero gana.

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