Para ese señor simplemente no hubo en nuestro país golpes de estado que interrumpieran el curso de la democracia capitalista. Ni los menciona, no tienen relevancia, el está interesado en las pequeñas islas democráticas. Dejémoslo así, porque lo que dice al respecto es aún peor que ese olvido.
Por ejemplo, cito: "En la Argentina, la nueva democracia transcurrió con intermitencias. Los líderes exitosos, como Yrigoyen y Perón, combinaron la democratización social y el unanimismo autoritario. Hubo que esperar a 1983 para conocer una democracia basada en la ciudadanía, las instituciones, el pluralismo y los acuerdos sociales." (Lo transcribo porque es pertinente, no por aburrir.)
Interesante jugarreta hiperbólica: llamar "democratización social" a lo
que en realidad es INCLUSIÓN. Y esa palabra tan fea, "unanimismo
autoritario", que es otra hipérbola que reemplaza a GOBIERNO DE LAS
MAYORÍAS.
En su relectura del período más largo de vigencia de la democracia, del 83 para acá, el ve una continua degradación institucional la que se agrava -naturalmente- desde la aparición del kirchnerismo, hasta llegar a la casi insoportable situación actual.
No lo dice explícitamente, por supuesto, pero su ideal de democracia no es posible sin exclusión. Esta puede ser política (proscripción) o político social (pobreza, invisibilización, marginación, criminalización, represión), todo vale para salvar a la democracia, que es a su vez sinónimo de capitalismo liberal.
El Estado, como el Leviatán, debe asegurar el despliegue sin límites del capital y, en consecuencia, tolerar, como necesaria, la exclusión política y social de buena parte de la población, solo así se garantiza la institucionalidad y la pureza de la democracia.
Este Estado, el actual, no lo hace, las políticas de inclusión, de distribución de la riqueza, conspiran con su particular visión de la democracia liberal.
A tono con el momento iguala la elección tucumana con la chaqueña en un esfuerzo por demostrar que los determinantes son la pobreza y su producto "anti democrático" que es el clientelismo. Naturalmente la realidad de ambas elecciones no acompaña su interpretación. En realidad Romero evita meterse en los detalles escabrosos del evento tucumano y de su contracara, el chaqueño. Mejor hablar de ideas que de realidades.
No olvidemos que para esta gente la AUH, Procrear y el resto de los planes sociales son la esencia institucionalizada de las políticas clientelares. Las bolsas de comida, los colchones y otros enseres que se dice son repartidos antes de las elecciones son solo la muestra más visible y deplorable.
Del desvío de fondos del gobierno de la ciudad para la construcción política de la aventura macrista, ni una palabra, eso no es clientelismo. No señor, la compra de voluntades, siempre que sean a favor de su ideal neo liberal, no son un problema, no son una degradación de las instituciones, son una necesidad.
bastadeodio
En su relectura del período más largo de vigencia de la democracia, del 83 para acá, el ve una continua degradación institucional la que se agrava -naturalmente- desde la aparición del kirchnerismo, hasta llegar a la casi insoportable situación actual.
No lo dice explícitamente, por supuesto, pero su ideal de democracia no es posible sin exclusión. Esta puede ser política (proscripción) o político social (pobreza, invisibilización, marginación, criminalización, represión), todo vale para salvar a la democracia, que es a su vez sinónimo de capitalismo liberal.
El Estado, como el Leviatán, debe asegurar el despliegue sin límites del capital y, en consecuencia, tolerar, como necesaria, la exclusión política y social de buena parte de la población, solo así se garantiza la institucionalidad y la pureza de la democracia.
Este Estado, el actual, no lo hace, las políticas de inclusión, de distribución de la riqueza, conspiran con su particular visión de la democracia liberal.
A tono con el momento iguala la elección tucumana con la chaqueña en un esfuerzo por demostrar que los determinantes son la pobreza y su producto "anti democrático" que es el clientelismo. Naturalmente la realidad de ambas elecciones no acompaña su interpretación. En realidad Romero evita meterse en los detalles escabrosos del evento tucumano y de su contracara, el chaqueño. Mejor hablar de ideas que de realidades.
No olvidemos que para esta gente la AUH, Procrear y el resto de los planes sociales son la esencia institucionalizada de las políticas clientelares. Las bolsas de comida, los colchones y otros enseres que se dice son repartidos antes de las elecciones son solo la muestra más visible y deplorable.
Del desvío de fondos del gobierno de la ciudad para la construcción política de la aventura macrista, ni una palabra, eso no es clientelismo. No señor, la compra de voluntades, siempre que sean a favor de su ideal neo liberal, no son un problema, no son una degradación de las instituciones, son una necesidad.
bastadeodio