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sábado, 5 de julio de 2014

Esos criminales con carnet

Paralelismos atrevidos: Luis Suárez y Cristina Kirchner
The Economist es un semanario británico especializado en economía y relaciones internacionales. Se publica regularmente desde 1843. Naturalmente es de orientación liberal. Forma parte del grupo del mismo nombre que incluye a Roll Call dirigido a los políticos de Washington D.C. y European Voice en este caso pensado para los homólogos de Bruselas. Está muy enfocado en orientar los intereses de los inversores en el mundo en desarrollo. Eufemismo que intenta esconder la dependencia política, económica y militar de la práctica totalidad de las naciones con respecto a los centros de poder global en un mundo que, a pesar de los esfuerzos, continúa siendo fuertemente unipolar. Esta gente es más que nunca depositaria de aquellos versos de Joan Manuel Serrat (a Quién corresponda):

Que el mar esta agonizando
que no hay quien confíe en su hermano
que la tierra cayó en manos
de unos locos con carnet...
respetuosamente
SUPLICA
Se sirva tomar medidas
y llamar al orden a esos chapuceros
que lo dejan todo perdido
en nombre del personal.

Entre otras secciones The Economist tiene una dedicada a América Latina a la que le ha dado el nombre de Bello en honor a Andrés Bello, conocido político liberal venezolano que, entre otras cosas, creó la Universidad de Chile y al que consideran un precursor de la globalización.

En esa sección y con fecha julio 5 de 2014 publicaron una nota (sin firma, como es habitual) titulada:

El Luis Suárez de las finanzas internacionales
El punto muerto de la Deuda Argentina refleja la actitud adolescente de que las reglas están ahí para ser rotas
(Una traducción parcial pero bastante ajustada fue publicada por Infobae)

Por supuesto que el Luisito Suárez de las finanzas internacionales no es otro que el gobierno kirchnerista y el paralelismo es obvio: así como el delantero uruguayo violó normas del fútbol y fue justamente sancionado, del mismo modo el gobierno argentino violó las reglas financieras internacionales y, por ello, debe ser castigado.

Si la conducta antideportiva de Suárez se explica por un desquicio psíquico, la conducta aberrante del gobierno argentino se explica por su inmadurez e improvisación al renegociar la deuda caída en Default en 2001. Inmadurez que el semanario pone bajo el rótulo sorprendente de "viveza criolla". De paso advierte que Argentina no es el único país del mundo que se comporta así. Puede ser el peor, pero no es el único. La cosa sería así.

El gobierno de los Kirchner -sostiene el autor- cree que solo hay que respetar las reglas que le resultan beneficiosas (en eso consistiría la viveza) en cuanto a las otras, las que lo obligan o limitan, las desobedece a la espera de que el otro, el perjudicado, renuncie a reaccionar o se vea obligado a negociar.
Naturalmente -afirman- las cosas en el mundo real no funcionan así y la viveza le sale mal a la argentina. En consecuencia, el gobierno adolescente reacciona con un berrinche y grita por todos lados que el mundo es injusto y que hay que cambiarlo.

En el artículo en cuestión no hay ni un solo gramo de análisis y oculta información esencial para comprender aspectos fundamentales del conflicto con los holdouts. Incluso hay una directa justificación de las que reconoce peligrosas acciones de Griesa, basada en una supuesta actitud altanera e irrespetuosa del gobierno argentino hacia el juez y las cortes en general. Simplemente es una diatriba contra la Argentina y su gobierno que parece darle toda la razón a los "argumentos" del fondo NML de Paul Singer y que se pone en línea con la opción de castigar al país por su osadía .

Pero el punto que me parece más revelador es el siguiente:

Saben que el fallo Griesa y su confirmación por la CSJ de los EEUU tendrá profundas consecuencias para futuras (actuales y pasadas) negociaciones de deuda soberana, que potencialmente puede impactar de manera imprevisible sobre las financias globales y de países individuales, sin embargo, para los autores es más importante o mayor el riesgo de dejar sin sanción ejemplificadora a un gobierno (y a un país) que se pasa por ahí (donde rara vez da el sol) las sacrosantas reglas de las financias globales (que nadie sabe ni siquiera cuáles son porque ellos, los que mandan, las cambian a piaccere según les conviene) que cualquier perjuicio momentáneo que pudiere causarse (total, ellos están a salvo).
Como lo de Luisito y la selección uruguaya, que recibieron un desproporcionado y ejemplar castigo, aunque en este caso no se trate de una cuestión relativamente menor sino del futuro inmediato de millones de seres humanos. En todo caso, no son esos los millones que les quitan el sueño.

La nota es una provocación que ofende la inteligencia más elemental pero sin embargo cumple su función: es una amenaza directa para los intereses del país. Uno entiende -también y de paso cañazo- la posición de EEUU y Canadá que se opusieron a firmar la nota (ni siquiera una resolución) de la asamblea de la OEA en apoyo a la posición argentina y en general la conducta ambigua y oscilante del gobierno estadounidense con respecto a este y otros conflictos que involucran al país. Las presiones estadounidenses siempre surten efecto. Los representantes del gobierno argentino solicitaron de la OEA que se adopten acciones concretas en favor de argentina. Debieron conformarse con una declaración.

Una tendencia comienza a manifestarse: el "nuevo" default argentino comienza a ser visto por una parte de los centros del poder financiero como inevitable e incluso conveniente ya que devuelve al cauce considerado normal un proceso que había sido conducido por fuera del camino correcto. Y por sobre todo, castiga duramente, o eso se espera, a un gobierno díscolo.

No obstante entre esas intenciones más o menos explícitas y las realidades efectivas -que Argentina entre nuevamente en default- media todavía un trecho importante. Hasta ahora se han escuchado las exigencias de los fondos buitre que litigaron y obtuvieron la protección del poder judicial de los EEUU y por ello son fuertes, se han escuchado también las condiciones según las cuales es posible que el gobierno argentino avance en una negociación bilateral en el marco habilitado por Griesa y que solo afecta a dos de esos fondos. De momento las posiciones aparecen muy distantes. Tan distantes como cuando Néstor Kirchner y luego Cristina abrieron los dos canjes exitosos de deuda (2005 y 2010, Holdins) y los fondos especulativos (holdouts) adquirieron papeles de la deuda en default remanentes (poco más de un uno por ciento) con el objetivo de litigar judicialmente y cobrar la totalidad y, por ello, se negaron a ingresar al segundo canje.
El conflicto afecta directamente o indirectamente los intereses de los Holdins (93% de la deuda en default ya renegociada) y de otras importantes restructuraciones recientes (Club de París) y de acuerdos de deuda (Caso Repsol, por ejemplo) es posible que estos intereses se hagan escuchar en la medida en que puedan verse afectados y que, por ese lado, comiencen a explorarse salidas para una situación que, de momento, no parece mostrar alguna.

Cuando Cristina (y Francisco, nobleza obliga) hablan de extorsión llaman a las cosas por su nombre. Es una extorsión y es gigantesca (también la denominó así el economista Martin Wolf del Financial Times, dando muestras de que aún en el mundo de las finanzas no todos piensan igual).

Hay unos cuantos aquí que aunque no lo digan en voz alta (al fin y al cabo estamos en plena e ininterrumpida campaña electoral) piensan igual que los editores de Bello y les gustaría ver al gobierno mordiendo el polvo. Por eso este panfleto de bajo nivel -a diferencia de lo que suele ocurrir con las opiniones positivas- es recogida con beneplácito por todos los diarios impresos y digitales de la corporación antiargentina como si se tratara de oro en polvo y de una profunda novedad intelectual. Si no me creen dense una vuelta virtual por ahí.

Lo de la "viveza criolla" (en castellano en el original) presente en el artículo no es casual, varios pasajes del texto sugieren que por allí paso una pluma nativa (me revuelve las tripas llamarla argentina).

bastadeodio                                                                      

1 comentario:

  1. a los ladrones seriales angloimperialistas y chupasangre y petróleo ajeno, no se les cae la cara de vergüenza porque están acostumbrados a dar vergüenza ajena

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